(VÍDEO) La felicitación viral de "unos pocos rabudos" que ha puesto en el mapa a los 600 vecinos de Muras

El Concello de Muras, que cuenta con apenas 619 habitantes, podría ser una radiografía perfecta de muchos municipios del rural gallego: una población aislada, envejecida y que lucha con uñas y dientes contra la adversidad.

Si cabe, este año que nos deja ha sido especialmente duro para todas estas localidades, que ahora reciben el 2021 con optimismo. Un optimismo contagioso gracias al vídeo viral de los vecinos de Muras.

La dichosa curva del coronavirus que trajo de cabeza ha los epidemiologos y que la población contemplaba con impaciencia, las muestras de solidaridad que se repodujeron a lo largo y ancho del país o el confinamiento son algunos de los temas centrales de este vídeo protagonizado por los vecinos de Muras. 

"El mundo paró porque tenía que parar", explican los murenses, aunque admiten que en la aldea ni los fines de semana ni el confinamiento "pueden detener la vida". Del mismo modo, algunas costumbres como charlar entre vecinos desde la puerta de las casas, "reanimadas" a raíz del confinamiento, forman parte del día a día de estos vecinos acostumbrados a guardar la distancia social, algo que no les priva "de una buena parrafada".

No obstante, como al resto, la pandemia obligó a reordenar las prioridades de muchos y apreciar las cosas que antes no tenían tanto valor. "Termina un año para darnos cuenta del lugar privilegiado en el que vivimos. La suerte de poner un pie fuera de casa y encontrarnos en un paraiso natural", celebran. 

En ese sentido, desde Muras destacan la belleza de los parajes que ofrece Galicia, con caminos por los que perderse entre las montañas, el contacto constante con una naturaleza o los lazos estrechos que solo existen en comunidades del rural: "Aunque pueda parecer que vivimos lejos unos de otros estamos cerca cuando se necesita".

"Nunca choveu que non escampara, y pese a la que está cayendo, si de algo sabemos es que hay que tirar hacia adelante: echarle pecho y resistir con afouteza", concluyen unos vecinos que se saben "pocos" pero "rabudos".