​El coronavirus acaba con la era de los grandes aviones Boeing Jumbo 747 y Airbus A380

Las aerolíneas siguen retirando y cancelando pedidos de estos gigantes del aire, que han marcado una época en la historia de los viajes a largas distancias, conscientes de que el sector nunca volverá a ser el mismo.

El impacto que la pandemia del coronavirus está teniendo en la economía a nivel mundial persistirá durante años. Esta es la teoría que defienden algunos analistas viendo cómo las cifras son cada vez más negativas.

Una de las primeras grandes industrias que se vio afectada por la aparición del Covid-19 fue la aeronáutica. Las cancelaciones de vuelos y los cierres de los espacios aéreos dejaron a miles de aviones en tierra, con un coste de mantenimiento casi inasumible para las empresas.

Los más afectados, sin duda, los gigantescos Boeing 747 y Airbus A380. Aunque su elevado coste, su caro mantenimiento y su escasa eficiencia los había puesto en el punto de mira desde hace algún tiempo, el Covid-19 le ha dado la puntilla.

UN ADIÓS ANUNCIADO

Airbus informó hace casi 10 años que dejaba de fabricar su avión estrella por la escasez de pedidos. Y ahora la mayoría de las compañías que poseen en su flota alguno de este gigantesco modelo han confirmado que van a dejar de usarlo. Sus enormes gastos hacen que lo más rentable sea enviarlo al desguace. El descenso en el número de viajeros de los últimos meses ha acabado por convencer a las compañías de su temprana jubilación es más beneficiosa que perjudicial.

Y hace apenas unos días le ha pasado lo mismo al máximo rival del A380 en el aire. La dirección de Boeing anunció que el 747, el icónico Jumbo, también se dejaba de fabricar. La razón, la evolución del mercado y las perspectivas de futuro, sobre todo tras los anuncios recientes de sus principales clientes de que lo retiraban de circulación. Este anuncio llega después de que muchas de las compañías que han volado durante años con este mítico modelo hubieran decidido que el destino de las unidades que poseían era el desguace.

CAMBIOS DE INTERÉS

La razón última de estas decisiones hay que buscarlas en el impacto que el coronavirus ha tenido sobre los usuarios. Los viajeros han cambiado su particular visión de cómo deben viajar. Y las compañías han detectado que son muchos los que ya no quieren viajar hacinados en aviones con 400 personas a bordo en trayectos que duran horas. E incluso contemplan que el número de personas que estén dispuestas a viajar en avión disminuya considerablemente en los próximos tiempos.

Por ello, el coste de este tipo de aviones será inasumible y solo algunas compañías como Emirates Airlanes, en la que la mayoría de sus vuelos son intercontinentales, parecen dispuestas a mantener, de momento, entre su oferta al Airbus A380.

¿FIN DEL LUJO?

Dentro de las compañías, además, se está produciendo la lenta agonía de la primera clase, la más lujosa. Grandes aerolíneas que han venido ofreciendo este tipo de billetes se han encontrado de repente sin clientes. Qantas, Singapore Airlines, Qatar Airways o Lufthansa han optado por retirar, de momento, de su uso este tipo de cabinas de altísimo lujo.

Y es muy posible que los billetes para cabinas de ultralujo, con servicios de alto standing, comidas de alta cocina, desparezcan del mercado. Las diferencia entre esta clase de ultra lujo y la llamada clase empresarial son cada vez menores y en muchas ocasiones se reducen simplemente a aspectos como, por ejemplo, las comidas.

Los responsables de las aerolíneas consideran que serán muchos los usuarios de estas cabinas de superlujo que prefieran vuelos privados para mantenerse alejados de las aglomeraciones, por lo que mantenerlas entre sus ofertas resultará cada vez menos rentable.

OTRAS CONSECUENCIAS

Además, la pandemia ha puesto en cuarentena la compra de Air Europa por parte del conglomerado IAG, del que forma parte Iberia.

Pese a que ambas partes habían llegado a un acuerdo a finales de 2019, la crisis provocada por la pandemia ha hecho que las negociaciones hayan quedado paralizadas.

De hecho, desde British Airways, cabecera del grupo, se cuestiona ahora mismo una inversión tan grande como la que exige la compra de Air Europa, sobre todo teniendo en cuenta que la aerolínea británica se ha visto forzada a rebajar sus gastos con el despido de parte de su plantilla y la rebaja salarial para el resto. Por ello, los sindicatos británicos están presionando para que se cancele cualquier tipo de negociación con la aeronáutica española.