El Celta tiene los mismos números que el año del descenso
El cuadro vigués marca unos guarismos muy similares a los de la temporada 2006/07, año en el que descendió a Segunda División.
El cuadro vigués marca unos guarismos muy similares a los de la temporada 2006/07, año en el que descendió a Segunda División.
La derrota ante el Valencia deja al equipo en una stuación muy dleicada / Foto: RC Celta
Malos tiempos en Balaidos. Los aficionaos celestes tienen poco a lo que agarrarse después de la derrota ante el Valencia el pasado sábado. La imagen que dejó el Celta de Vigo fue la de un equipo desordenado, desangelado y sin apenas recursos para revertir una situación que ha llevado al club a asomarse al abismo de la Segunda División. Un equipo hecho para pelear por Europa pero que vive sus horas más bajas, ahora que ha iniciado la segunda vuelta el campeonato.
LOS FRÍOS NÚMEROS
Para aquellos incondicionales del club vigués que se agarran a los fríos números, recomiendo dejar de leer a partir de esta línea, porque las cifras no son nada halagüeñas. En la temporada 2006/2007, año del último descenso del cuadro olívico al fútbol del plata, el Celta de Vigo tenía 21 puntos en su casillero en la Jornada 20, los mismos que marca ahora, con un idéntico récord de 5 victorias, 6 empates y 9 derrotas. En esa misma jornada venía de caer por 3-1 en el Camp Nou ante el Barça, y también tenía un recorrido de cinco jornadas sin ganar: un empate y cuatro derrotas, mismo camino que el Celta de hoy día.
Las diferencias vienen en el apartado goleador. Este Celta es, junto al Levante, el segundo equipo que más goles celebra de la categoría, con 32 tantos. Doce años atrás, los aficionados celestes solo habían festejado 22 goles. Sin embargo, Rubén Blanco y Sergio Álvarez han ido al fondo de la red en 34 ocasiones, mientras que José Manuel Pinto, por entonces indiscutible en el arco vigués, solo había encajado 29 tantos.
Junto a Pinto, en el plantel celtico aparecían nombres que pertenecen a la historia del Celta como Gustavo López, Borja Ouviña, Cannobio o Nenê, mientras que otros como Baiano, en su día fichaje record del club, Placente, Tamaç o De Ridder no llegaron a cuajar en aquel equipo, donde también estaba Jonathan Aspas, uno de los jugadores más talentosos de la plantilla, comandada por Fernando Vázquez, que venía de ascender al equipo en su primer año y llevarlo a Europa en el segundo. El crédito del técnico gallego duró hasta la jornada 30, cuando fue sustituido por Stoichkov, que no mejoró lo que ya había. El Celta actual ya ha cubierto el cupo de entrenadores cesados con respecto a esa campaña, aunque es posible que Cardoso no acabe la temporada.
Como curiosidad, hasta dos jugadores de este Celta fueron “parte” de ese equipo. Sergio Álvarez y Iago Aspas llegaron a ir convocados en una ocasión con el primer equipo, sin llegar a debutar, con sus insultantes 20 y 19 primaveras respectivamente. Aquella ornada de cachorros celtiñas contaba entre sus filas con Dani Abalo, Jonathan Vila y Roberto Lago, jugadores aún en activo con recorrido en el Celta y en el fútbol nacional e internacional.
Aquel equipo, que peleó hasta octavos de final por la extinta Copa de la UEFA, cayendo ante el Werder Bremen, aspiraba a algo más que luchar por la permanencia, igual que este, hecho para codearse con los que hoy ocupan puestos europeos. En las 18 jornadas restantes el Celta solo pudo sumar 18 puntos más, yéndose al pozo con 39 puntos, uno menos que el Athletic de Bilbao, en una salvación empañada por rumores amaños a favor del conjunto vasco. Doce años después, el Celta se asoma de nuevo al abismo. Y las vistas no son bonitas.
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