Causas del increíble Celta menguante

Este podría ser un análisis del Celta de Vigo, si es que se puede explicar con palabras el caso de un equipo que ha ido de más a menos y que se encuentra con 10 puntos en la 13ª posición de la tabla. Los celestes viven dos puntos por encima de los puestos de descenso y a cuatro de Europa. En tierra de nadie, el partido contra el Eibar se antoja decisivo para el futuro del club vigués ya que, de no sumar tres puntos, desde la cúpula del club pueden tomar la decisión de cesar al entrenador y hacer un cambio de rumbo. De ser así, el Celta estaría en la Jornada 10 ante un futuro del todo incierto para un equipo que empezó muy bien la temporada pero que se ha ido cayendo con el paso de los partidos. Hacemos un repaso a las posibles causas que han ocasionado este bajón de las escuadra celtiña:

Antonio Mohmed, técnico del Celta de Vigo / Foto: RC Celta

EL TURCO

Antonio Mohamed era, hasta este verano, un técnico desconocido para el gran público. Sus buenas campañas con Xolos, América y Monterrey lo llevaron a ser la gran apuesta del Celta para relevar a Unzué. En sus primeras semanas en Europa dio sensaciones muy positivas, queriendo dotar al Celta de un estilo basado en el orden táctico, la presión alta y el fútbol fluido. Las tres primeras jornadas acabaron con un record de dos victorias y un empate, destacando el triunfo por 2-0 en Balaidos ante el Atlético de Madrid, donde el Celta cuajó un sensacional partido.

Sin embargo, el cuadro olívico encadena seis partidos sin ganar. Después de un mal enfrentamiento ante el Girona, llegó la debacle contra el Valladolid, dejando escapar en el añadidodos puntos de un partido que ganaban por 2-0 a los diez minutos de juego. Desde entonces, ha empatado ante Valencia y Getafe y caído contraSevilla y Alavés. En todos estos duelos se ha achacado al ‘Turco’ Mohamed que no haya realizado una buena lectura del juego, cambiando sistemas de forma arbitraria, como ante el Getafe, que pasando de una defensa de cuatro a una de cinco, lo que provocó el empate azulón,y sacando del campo a los jugadores equivocados para dar entrada a otros que apenas aportaron frescor al equipo. El último caso fue ocurrió el pasado viernes ante el cuadro babazorro, cuando sacó del campo a Fran Beltrán para dar entrada a Emre Mor, perdiendo por completo el equilibrio en el centro del campo y dejando al otomano muy desubicado.

La grada no está contenta con la gestión de la plantilla y desde el club ya empiezan a sondear el mercado y a buscar alternativas, porque el argentino puede enfrentarse a un match ball ante el Eibar y, en caso de no sacar un buen resultado, ser el primer técnico destituido de La Liga. Rubén Albés, adiestrador del filial, empieza a sonar con fuerza para hacerse con las riendas del equipo, en una apuesta tan arriesgada como interesante, ya que el técnico, si bien carece de experiencia en la máxima categoría, tiene un estilo de juego y unas dotes de mando que encajarían como un guante dentro del vestuario del primer equipo.

GOLES EN CONTRA

El Celta marca mucho pero también encaja mucho. Las gallinas que entran por las que salen. Los 13 goles a favor que iluminan el casillero celtiña, una cifra que solo mejoran Levante, Sevilla y Barcelona, se ven ensombrecidos por otros tantos encajados. Varios factores son causantes de este despropósito defensivo. Además de la ya citada mala lectura del técnico, la portería es otro debate constante en las gradas de Balaidos. Sergio Álvarez y Rubén Blanco son dos porteros de la casa, con calidad contrastada y, en condiciones óptimas, dos guardametas de primer nivel. Sin embargo, ninguno de los dos ha encandilado nunca a la grada celeste. 

Ambos han compatibilizado actuaciones memorables con fallos calamitosos, que han despertado aplausos y pitos a partes iguales. Muchas son las voces críticas con el guardameta del Celta, sea cual sea el nombre que ocupa esa demarcación. En los últimos veranos han sonado muchos nombres para ocupar ese puesto, especialmente destacados los nombres de Marcelo Barovero y Franco Armani, aunque finalmente siempre se terminó apostando por los dos cancerberos gallegos.

Por otro lado, la zaga no ha dado la seguridad que debería. De momento no se ha dado con la tecla en defensa y en el eje de la zaga ya han pasado Costas, Araujo, Roncagliay Cabral, sin dar ninguno sensación de asentarse en el once. Además, los muchos sistemas probados hasta la fecha tampoco han ayudado a establecer un entramado defensivo definido. Por otro lado, ni Alonso Junior ni Juncá han hecho olvidar a Jonny, y por el momento solo Hugo Mallo, que tampoco está a su mejor nivel, está respondiendo a las expectativas.

LEJOS DEL MEJOR NIVEL

Además del mal momento defensivo, muchos son los jugadores que están lejos de su mejor nivel. En defensa solo hemos podido destacar al capitán. En el centro del campo Lobotka, la gran revelación del curso pasado, atraviesa un preocupante momento de juego. Aunque tiene calidad y tácticamente es un jugador superdotado, no se le ve el despliegue ni la capacidad de anticiparse de la campaña anterior. El Celta necesita de la mejor versión del eslovaco.

De los recién llegados solo Fran Beltran ha despertado autentica ilusión. El toledano, que ha caído de pié en el equipo celeste, rindió a buen nivel en los primeros partidos y siempre es uno de los destacados cada vez que entra en juego, pero se ha visto contagiado por la mala dinámica del equipo y se le ve un poco cohibido en algunas acciones. Por su parte, Jensen y Okay Yokuslu todavía no han demostrado su calidad, enparte porque han sufrido sendas lesiones que les han impedido demostrar sus capacidades, pero se espera mucho tanto del danés como del turco. Brais ha compaginado fases de luces y de sombras y de momento la titularidad parece que le queda un poco grande. Además, Hjulsager, Jozabed y Radoja cuentan poco o nada para el técnico, por lo que su concurso es nulo o, como mucho, testimonial.

Y en lo que en ataque se refiere, solo Iago Aspas y Maxi Gómez mantienen el nivel, sostenidos por sus cinco y seis goles respectivamente. Sisto, que empezó como una bala, ha bajado su nivel; Boufal todavía necesita adaptarse a sus compañeros y aprender a soltar el balón; Emre Mor sigue siendo un enigma y Dennis Eckert, si bien hace méritos para jugar, está negado con el gol.

RECAMBIOS Y PROBLESMAS INTERNOS

A lo citado anteriormente, hay que tener en cuenta todo lo que ha perdido el Celta este verano. Los grandes proyectos, como el de Mohamed, necesitan tiempo y paciencia para calar dentro de la plantilla, que venía de cuajar una temporada mediocre con Unzué al frente del banquillo celeste. Junto a esto, el equipo ha perdido a jugadores importantes tanto en el verde como en el vestuario. Wass, Jonny, ‘Tucu’ Hernández, Sergi Gómez o Fontás han dejado en muchos casos un hueco difícil de llenar de primeras, pero que los fichajes pueden ir tapando con el paso de los días a medida que ganen confianza y encadenen buenas actuaciones.

Por último, aunque no por ello menos importante, el Celta vive en un huracán institucional, que bien ha podido afectar a la plantilla. El continuo tira y afloja entre el club y el Ayuntamiento de Vigo por todo lo relativo a las reformas y al estado de Balaidos ha generado un clima de inestabilidad que ha llegado a los aficionados y al primer equipo. Todo esto, sumado a las continuas amenazas de multas por parte de Javier Tebas y La Liga de Fútbol Profesional, resulta ser un factor difícil de manejar y que, aunque parece ajeno a lo que sucede sobre el tapete, puede acabar torpedeando toda la temporada.