En los partidos políticos, en muchas ocasiones, las cosas no son lo que parecen, por mucho que sus dirigentes intenten disimular las interioridades de sus formaciones, que no están exentas de intrigas, luchas internas, pulgas y puñaladas traperas. Esas son algunas de las lindezas que ocurren en el interior de ellos.
La marcha de Xavier Domènech de la política fue debida a las graves diferencias con Ada Colau, su marido y el intrigante Pisarello. La actual alcaldesa no le perdonaba a su amigo Xavier su excelente y estrecha relación con Pablo Iglesias ni que se hubiera convertido en su persona de confianza en Catalunya. Domènech había crecido demasiado políticamente. Había que bajarle los humos. Las presiones acabaron con el amigo de Iglesias. Eso supuso un duro palo para el líder de Podemos que le había dado toda su confianza . Pero Domènech no es un político fuerte que aguante los envites de sus rivales, sobre todo si son amigos. Por eso se marchó. Este suceso abrió una brecha entre Iglesias y Colau que, lejos de cerrarse, cada vez se ha hecho más grande. Pablo Iglesias quiere romper con Ada Colau y potenciar a Podemos en Catalunya, pero en solitario. No le gusta ni admite las maniobras en la oscuridad de la alcaldesa de Barcelona y su entorno, que junto a los de ICV se han ido "comiendo" a la gente de de Podemos, con la consiguiente indignación de los militantes/inscritos de la formación morada.
Los concejales de Podemos han sufrido de manera directa las artimañas de sus colegas de ICV. No quieren ni oír hablar de ellos. No solo los han despreciado, sino que en la actualidad están planificando la composición de las listas electorales, sin contar con ellos. La composición de las listas municipales las están haciendo ellos, sin contar con los podemitas, solo por la credibilidad de sus siglas, para nada más.
La indignación es tal entre los militantes y dirigentes en Catalunya, que se lo han hecho saber a Pablo Iglesias, quien al final, parece que les ha escuchado.
Si las cosas no cambian en estos meses que faltan para las elecciones municipales, Podemos recuperará su autonomía en Catalunya, sin las ataduras con Colau e ICV. Unos meses muy pero que muy interesantes los que se van a vivir en el partido morado.
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