El tercer socio de Grúas Estación asegura que discutieron después de que él se negara a "continuar con la caja B"
"Teníamos 800 millones en los bancos, éramos la empresa de grúas más grande de Galicia, la número uno", recuerda
El tercer socio de Grúas Estación que abandonó la administración de la empresa en 2002, Serafín M.G., ha asegurado que los problemas entre ellos comenzaron después de que él se negara a "continuar con la caja B". "Hasta el año 2001, yo tengo el 33% de la culpa al igual que ellos, a partir de 2001, no tengo ninguna responsabilidad porque me negué a continuar con la caja B", ha señalado en referencia a sus socios Santiago M.G. y Carlos M.F.
Serafín M.G., que afirmó ser trabajador de la empresa de sus hijos (Grúas Norte), se ha pronunciado de este modo durante la segunda jornada del juicio por este caso cuya instrucción se prolongó unos 15 años y en el que están procesados su hermano Santiago M.G. y su también socio Carlos M.F. En la sesión de este jueves, en la que estaba prevista la comparecencia de dos responsables de Grúas Arosa, AV.C. y J.G., Serafín M.G. ha respondido a las preguntas de todas las partes en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago.
El acusado ha negado que fueran sus socios los que fundaron la empresa como así dijeron éstos en sus declaraciones del miércoles. "Se fundó en el año 80, la fundé yo con mi dinero, 600.000 pesetas", ha defendido en una declaración en que la manifestó que las diferencias entre ellos comenzaron cuando él se negó "a continuar con la caja B".
"Teníamos 800 millones en los bancos, éramos la empresa de grúas más grande de Galicia, la número uno, y dije que si un día nos cogía una inspección, con qué cara iba a ir yo" a hablar con los clientes, ha manifestado después de reconocer que Grúas Estación --un grupo formado por tres empresas-- pagaba en "b" los "sobresueldos" de los trabajadores relativos a cuestiones como las "horas extra".
"Había gente que tenía más sueldo de lo que ponía en la nómina", ha reconocido en una declaración en la que respondido durante más de una hora a cuestiones formuladas por las partes sobre la distinta documentación del caso y en la que también ha precisado que él mismo o un "capitán de la Guardia Civil" con vínculos en la empresa eran los encargados de retirar el dinero de los bancos para hacer el pago de los salarios.
En esta línea, al ser preguntado por la fiscal, ha negado que los problemas entre los tres administradores comenzasen cuando Carlos M.F. y Santiago M.G. se enteraron de que su hijo había comprado un pazo en Padrón como así defendieron ambos socios en la primera jornada del juicio. "Mi hijo no compro ningún pazo, es una casa, vino Hacienda y valoró esa casa por 30 millones y yo le avalé en el banco", ha expresado antes de incidir en que "ellos sabían lo de la casa". "Tienen 20 veces más propiedades que yo", ha añadido.
"LOS TRES SABÍAMOS TODO"
En su declaración, Serafín M.G. también ha rechazado que sus dos socios desconociesen la contabilidad de la empresa. "Siempre los tres sabíamos todo, al igual que las propiedades que teníamos", ha señalado el acusado, que ha negado haberse apropiado de forma indebida de "ninguna cantidad" y ha recordado distintos detalles como que Grúas Estación se hacía cargo del pago de las declaraciones de la renta de los tres administradores.
Además, ha reconocido haber encargado una investigación sobre el patrimonio de Santiago M.G. y Carlos M.G., que en la jornada del miércoles aseguraron tener un salario de 6.000 euros al mes --2.000 por cada empresa--. "Ellos incrementaron su patrimonio en seis millones de euros", ha advertido antes de destacar que, pese a que él no recibió "retribución alguna" desde 2002 de esta empresa, tiene constancia de que en este ejercicio sus socios cobraron "más de 300.000 euros".
PROPIEDADES
En la sesión, la fiscal se ha interesado por el patrimonio de Serafín M.G. De este modo, en respuesta al ministerio público, ha precisado que un banco le dio "un préstamo personal" para comprar la nave en la que ahora se ubican las instalaciones de Grúas Norte. "Di 600.000 pesetas como señal y la compra fue de 63 millones con un cheque bancario", ha apuntado.
Asimismo, ha desgranado que, en la actualidad, posee un "local en la calle de la Rosa" que compró su "mujer", un piso en Romero Donallo, dos pisos en la calle Frei Rosendo Salvado comprados "antes de tener la nave con el dinero" de su "trabajo", y 13 plazas de garaje que adquirió junto a los pisos.
"Nos consta que usted tiene cinco cajas de seguridad en bancos", le ha trasladado la fiscal, un dato que el acusado ha negado. "No señora fiscal, siempre hubo una caja de seguridad, que era la de la empresa, pero la di de baja hace años", ha respondido.
Además, ha negado haberse hecho con activos para Grúas Norte con fondos de la anterior empresa. Así, ha relatado que las primeras grúas de la empresa Grúas Norte las adquirió gracias a un préstamo que le facilitó "el señor Cortizo". Aunque inicialmente dijo que este préstamo era de "100 millones de pesetas", posteriormente aseguró no recordar la cifra "exacta". "El me pagó las dos grúas", finalizó.
GRÚAS AROSA
Por último, ha denunciado que Grúas Arosa, cuyos dos responsables también están procesados, "es una empresa montada por Santiago y Carlos". "Compraron dos camiones y los pusieron a nombre de Gallardo, que hizo la venta ficticia a un camarero de un casino de Padrón, eso lo sabe todo el mundo y me lo dijeron personas de dentro de la oficina", ha indicado.
Tras ello, ha considerado que Carlos M.F. y Santiago M.G. vendieron dos camiones a una empresa que trabajaba en las obras del puerto exterior de Ferrol por debajo de su precio real para "perjudicarle". "Creo que lo hicieron para perjudicarme a mí, para sacar dinero b con esas ventas que así no figuraba", ha subrayado.
En este caso, la Fiscalía acusa a Serafín M.G. de delitos contra la hacienda pública, apropiación indebida y administración desleal. Por su parte, a sus dos socios, Santiago M.G y Carlos M.F, se les imputa otro de administración desleal.
El abogado Serafín M.G. ha destacado que "toda la causa" se pudo montar gracias a la "documentación aportada" por su defendido, que "decidió colaborar con la justicia".
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