Uno de los fallecidos era un niño. El ataque ocurrió en la tarde del viernes, cuando un BMW oscuro recorrió aproximadamente 400 metros a gran velocidad en dirección al ayuntamiento. La escena, repleta de luces y decoraciones típicas de la época, se transformó en un caos absoluto. Gritos desesperados, trabajadores de emergencia atendiendo a víctimas rodeadas de sangre y la incertidumbre sobre las intenciones del conductor dominaron el lugar