Su abogado ha presentado un recurso en el que niega que la constructora de la línea alertase del peligro de ninguna curva concreta, sino que registró el riesgo de descarrillamiento a todo el trazado.
Se pregunta cómo es posible que estuviese permitido circular entre Ourense y Santiago a una velocidad de entre 200 y 220 kilómetros por hora sin disponer de una protección que cubra la posibilidad de un fallo humano.
Tamén solicitan de novo que as conclusións da CIAF sexan retiradas da causa, ante a negativa do instrutor.