La viviendas de uso turístico en Santiago y su compleja regulación en pleno récord de peregrinos y compostelanas

Las viviendas de uso turístico (VUT) traen de cabeza al Concello de Santiago de Compostela. El área Urbanismo lleva años tratando de establecer un marco por el que regular de una vez por todas estos inmuebles que ensanchan la oferta turística en la capital gallega, pero que a su vez provoca desequilibrios en la oferta residencial en un momento de especial crisis en el mercado de la vivienda. La propuesta recoge, entre otras cosas, los requisitos y la documentación que tienen que incluir las personas que quieran ofrecer una vivienda como alojamiento hasta un máximo de 60 días al año cuando el inmueble cumpla con las condiciones fijadas para este tipo de instalaciones. No obstante, y pese al debate generando en estos meses, parece que la propuesta terminará en un cajón por el momento. 

¿UNA PROPUESTA FALLIDA?

Y es que este lunes se someterá a votación en el pleno compostelano la ordenanza que impulsa el Gobierno de Goretti Sanmartín, que no hace más que, como explico a Galiciapress el titular del área de Urbanismo, Iago Lestegás, dar continuidad a "una regulación que comenzó hace años, primero con el Plan Especial, después el PXOM", antes de la llegada de los nacionalistas al frente del consistorio. 

"Lo que llevo meses recordando es que esto ya estaba regulado por el Plan Especial que prohíbe el uso turístico de la vivienda desde 2018 cuando se modificó, que ya en su normativa original en 1997 solo permitía el uso hotelero y de dedicación exclusiva", incidía entonces Lestegás. 

"Lo que hacemos ahora con este proyecto de ordenanza es regular una cuestión concreta como es la forma de comunicar a la administración municipal el desarrollo de los usos de hospedaje asimilados a la vivienda que están recogidos en el artículo 107 del PXOM", apostillaba sobre esta propuesta que señalaba que solo 24 de las más de 800 viviendas inscritas en el registro de la Xunta cumplían con los requisitos de la administración gallega -una cifra que sube a 58 considerando las que cuentan con un título habilitante pese a no estar adaptadas a la normativa vigente-.

"Los pisos turísticos tienen que cumplir la normativa urbanísticas, por lo que los que no cuentan con el título habilitante municipal no podrán conseguirlo", recordaban desde el Concello, que también respondían a las críticas de algunos propietarios. "Prefieren dejar las viviendas vacías antes que destinarlas al mercado residencial, me parecen incompatibles con el discurso de que esos ingresos procedentes del alquiler turístico son necesarios para sus economías o pagar las hipotecas. No acabo de ver coherencia entre los diferentes comentarios que se hacen", consideraban desde Urbanismo.

REPROCHES CRUZADOS

Este fin de semana, en la víspera de la votación, la alcaldesa pidió el apoyo a la iniciativa por "responsavidilidad" y "no dar marcha atrás" a una ordenanza que, insistía, forma parte de un proceso que "ya fue iniciado en mandatos anteriores". "Sería una irresponsabilidad", lamentaba, en alusión a la postura adoptada por los socialistas compostelanos, que anunciaron su abstención pese a que fue durante el último mandato de Sánchez Bugallo que se avanzó en esta materia. Sin su voto favorable, se caerá una de las grandes promesas electorales de los nacionalistas.  

El comunicado del PSOE santiagués pilló "por sorpresa" al gobierno municipal y a Compostela Aberta, que critica que, con esta decisión, se deja "en el limbo" una normativa que en el pasado, cuando la impulsaron los socialistas, sí contó con el respaldo de otros grupos. "No comparto su postura porque creo en la necesidad de limitar las viviendas de uso turístico para que haya vivienda para los vecinos de Santiago", declaró estos días la portavoz de CA, María Rozas, al tiempo que puso el acento en el "consenso" que existe en Compostela en torno a este debate.

Sin embargo, la determinación comunicada por el secretario xeral del PSOE de Santiago, Aitor Bouza, es que los socialistas se abstendrán este lunes en su votación, manifestando que la propuesta "no regula" los usos preexistentes e invitando a esperar hasta que se desarrolle la normativa especial de Turismo de Galicia. 

"Lo que rechazamos son las formas, no el fondo, porque es una reiteración de lo que regulaba el Plan Xeral. Rechazamos la falta de transparencia, la opacidad, de rendición de cuentas del gobierno municipal. No vamos a validar ni a dar un cheque en blanco", criticó Bouza.

Cabe destacar que, pese a la comunicación de Bouza, hay algunas voces contrarias dentro de los socialistas santiagueses, que incluso barajan desobedecer la orden dada desde la dirección. Esto haría más profunda la brecha que existe todavía en el PSOE de Santiago, donde existe una fuerte división interna desde hace meses. 

Por su parte, desde el PP santiagués censuraron la falta de diálogo entre BNG y PSOE en este asunto, acusando a los primeros de "soberbios". "Las mentiras de la señora Sanmartín y el BNG, que antes de las elecciones prometieron legalizar las viviendas turísticas", reprochó Borja Verea, portavoz de los populares capitalinos, donde manifestaron su "más absoluta oposición a que durante 60 días al año miles y miles de viviendas turísticas arrasen Santiago" y advirtieron del "ridículo" que a su juicio se vivirá en la votación de este lunes.

EL TURISMO, UN VALOR AL ALZA

En medio de este debate, las cifras que arroja la Xunta en torno al impacto del turismo en la economía gallega no hacen más que alimentar el debate sobre la idoneidad de la propuesta en Santiago. El presidente del Gobierno de Galicia, Alfonso Rueda, detalló que para este 2024 se estima superar un nuevo récord anual de peregrinos y fechó para este mismo mes el reparto de la compostelana 200.000 en lo que va de año-. 

"Se está consiguiendo que la Marca Galicia, algo que es fundamental para nosotros, para nuestro turismo, para representar a Galicia en el mundo, tenga mejor salud que nunca", destacó Rueda, subrayando el peso del turismo internacional en la ruta jacobea, que cada vez cuenta con una oferta mayor.

Por su parte, y pese a la controversia que provoca este debate entre los santiagueses, la Asociación Hostelería Compostela mostró su descontento por ser relacionada con el comunicado difundido por la Plataforma para la Regulación de Viviendas Turísticas (Prevituga), que acusó a los socialistas de "traicionar" a la ciudad con su abstención. 

En ese orden, el colectivo denuncia el "uso indebido" la imagen de la Asociación, por incluir su "supuesta firma" en un documento del que no tenían constancia. "No fue comunicado y mucho menos discutido y debatido", explicaban, señalando la plataforma como responsable y de carecer "de toda legitimidad para usar de forma torticera y falsa la imagen de la asociación".

"Ni nos causa estupefacción la actitud tomada por la dirección del Partido Socialista, ni tenemos conocimiento de intentos de 'pucherazo', ni somos conocedores de amenazas a concejales. Esto último, de ser cierto, entendemos que debe de ser remitido al Juzgado de Guardia competente por ser las amenazas un delito tipificado en el ordenamiento penal vigente", añadían en su escrito. donde dejaban la puerta abierta a abandonar esta plataforma, de la que forman parte asociaciones de vecinos, colectivos de hosteleros y organizaciones de distintas disciplinas.