Bañarse en termas reduce la medicación de muchos pacientes con reuma, indica el doctor Antonio Freire

Las Termas Romanas de Lugo serán el escenario de unas jornadas este fin de semana sobre "La balneoterapia en las enfermedades reumáticas", dirigidas a futuros médicos de la Universidad de Santiago de Compostela. La actividad está promovida por la Cátedra de Hidrología Médica USC-Balnearios de Galicia.

El doctor Antonio Freire Magariños, coordinador de este seminario, destaca que "la utilización del agua mineromedicinal para tratar las patologías reumáticas se remonta a la antigüedad y hoy en día la cura balnearia sigue considerándose muy efectiva para abordar los síntomas de los procesos vinculados al aparato locomotor". Según Freire, "entre el 40 y el 60% de las personas usuarias de estas terapias logran disminuir el consumo de medicamentos, en particular analgésicos y antiinflamatorios".

Las enfermedades reumatológicas son la principal causa de discapacidad en adultos a nivel mundial, y en la actualidad la mayoría de los tratamientos en balnearios se centran en este tipo de dolencias. Así, son muchos los países europeos donde la balneoterapia se emplea como abordaje complementario de las enfermedades reumáticas, por su eficacia en la disminución del dolor, la incapacidad funcional y la reacción inflamatoria que acompaña el proceso de deterioro y destrucción del cartílago articular.

Numerosos estudios clínicos demuestran la efectividad de la balneoterapia en varias enfermedades reumáticas crónicas y degenerativas, sobre todo la artrosis, la lumbalgia y la fibromialgia, los reumatismos crónicos y el tratamiento de las secuelas de traumatismos. Además, diversos estudios señalan que un incremento del 1% en el gasto sanitario en balnearios repercute en un ahorro de entre el 30 y el 40% en gastos médicos farmacológicos, al tiempo que se reduce un 30% el absentismo laboral.

Durante las jornadas se explicarán los mecanismos responsables de la efectividad de la balneoterapia en estas enfermedades, como los efectos térmicos, los de la inmersión en el agua y los derivados de la composición química de las aguas mineromedicinales. Según el doctor Freire, a partir de los nueve días de tratamiento, más del 70% de los pacientes logran una importante mejora en su estado de salud y, en consecuencia, en su calidad de vida, efectos que se mantienen de seis a nueve meses.

Los futuros médicos participantes conocerán distintos tipos de técnicas y tratamientos que se llevan a cabo en las piscinas termales, con sesiones prácticas en las instalaciones del balneario. Además, abordarán el panorama actual del termalismo en Galicia y la normativa que afecta al sector.

¿Cuáles son los beneficios de la balneoterapia para tratar enfermedades reumáticas?
 

La balneoterapia se ha consolidado como una terapia complementaria altamente efectiva para el tratamiento de diversas enfermedades reumáticas. Numerosos estudios clínicos han demostrado los notables beneficios que aporta este tipo de tratamiento a los pacientes que sufren de afecciones como la artrosis, la lumbalgia crónica, la fibromialgia y otros reumatismos.

Uno de los principales efectos de la balneoterapia es la reducción significativa del dolor experimentado por los pacientes. Las propiedades físicas, químicas y biológicas de las aguas mineromedicinales y los peloides utilizados en estos tratamientos tienen un marcado efecto analgésico y antiinflamatorio, lo que se traduce en una disminución de la sintomatología dolorosa que aqueja a los pacientes con enfermedades reumáticas.

Además, la balneoterapia ha demostrado ser eficaz para mejorar la movilidad y la función articular de los pacientes. Los tratamientos termales favorecen una mayor flexibilidad y amplitud de movimiento en las articulaciones afectadas, lo que se traduce en una mejor capacidad funcional y una mayor autonomía para realizar las actividades de la vida diaria.

Otro de los beneficios destacados de la balneoterapia es su impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes. Diversos estudios han constatado que, tras recibir estos tratamientos, los pacientes reportan una notable mejoría en su estado general de salud y bienestar, lo que se refleja en una mayor satisfacción y una percepción más favorable de su calidad de vida.

Además, los beneficios de la balneoterapia en el tratamiento de enfermedades reumáticas no se limitan al corto plazo, sino que pueden mantenerse durante varios meses después de finalizar el tratamiento. Estudios han demostrado que los efectos positivos, como la reducción del dolor, la mejora de la función articular y la calidad de vida, pueden prolongarse durante períodos de entre 6 y 9 meses.