"He perdido el olfato, ¿qué me pasa?": Quirónsalud explica sus posibles causas y consecuencias
La Covid-19, el tabaquismo, lesiones en la cabeza o pólipos nasales pueden esconderse detrás de la pérdida parcial o total del olfato.
Perder el olfato significa perderse todo un mundo de sensaciones pero, a su vez, puede ser indicativo de una dolencia mayor. Un síntoma que no podemos pasar por alto y que los profesionales de otorrinolaringología de Quirónsalud subrayan como un elemento fundamental y que ha aumentado en los últimos dos años desde la irrupción de la Covid-19 en nuestras vidas.
Como con todo, en el caso de la pérdida de olfato podemos encontrar niveles: una disminución de la capacidad olfativa (hiposmia) o una pérdida completa (anosmia). La pérdida de olfato ha sido hasta ahora una de las evidencias del efecto de la Covid-19, llegando a ser un síntoma claro de pacientes afectados por la Covid, muchos de ellos asintomáticos pero sin olfato.
Además de por la covid, son muchos otros los factores que han provocado un aumento de pacientes que refieren haber perdido olfato, "una experiencia que altera la vida, y la mayoría de la gente normal no puede entender el impacto que tiene". Infecciones víricas, trastornos de la nariz o de los senos paranasales, lesiones en la nariz o en la cabeza, efectos adversos de la medicación, el tabaquismo, radioterapia, exposición a distintas toxinas, el Parkinson o la esclerosis múltiple son fanctores que pueden causarnos esta pérdida. De igual manera, las personas con diabetes tienen el sentido del olfato y del gusto disminuido, así como algunos pacientes de Alzheimer. El paso de los años también reduce nuestra capacidad olfativa.
TRATAMIENTOS
Hoy por hoy no son muchas las posibilidades terapéuticas para recuperar olfato, si bien abandonar malos hábitos como el tacabo o el alcohol pueden ayudar. Cirugía para extirpar pólipos nasales, antibióticos o descongestionantes nasales son algunos de los tratamientos más comunes. Otras lesiones, como las de la cabeza que alteran la capacidad olfativa, son más difíciles de corregir, ya que puede ser sinónimo de un desgarro de los nervios olfativos.
Por otro lado, desde Quirónsalud recalcan la importancia de disponer de un buen olfato, ya que los escapes de gas pueden pasar desapercibidos para estos pacientes.
"Los alimentos perecederos deben estar fechados y mantenerse refrigerados, y desecharse cuando caduquen. Puede ser conveniente que una persona con una función olfativa normal compruebe estos alimentos antes de que los coma alguien con el sentido del olfato disminuido", agregan. También los productos de limpieza o jardinería deben estar "debidamente etiquetados y almacenados separados de los alimentos" y a la hora de hacer la comida es importante revisar de forma periódica que los alimentos no se quemen.
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