La Fundación Franz Weber denuncia un mayor abandono de animales debido a la inflación

La Fundación Franz Weber ha señalado que la subida de los precios y un mayor número de abandono de animales está generando un contexto de alto riesgo para las entidades sin ánimo de lucro. "La inflación desbocada también impacta en el bienestar de los animales rescatados", señalan desde la entidad.

Consideran que es "urgente" una intervención de apoto por parte de la Xunta de Galicia, ya que en las últimas semanas ha aumentado el número de alertas de asociaciones hablando de más abandonos y subida de precios, así como del mayor coste de la manutención de los animales.

Estos abandonos, ha alertado la ONG naturalista, "podrían estar relacionados ya con el mayor coste que supone cuidar al animal, donde no pocas familias priorizan gastos y optan por cometer una infracción". En otras ocasiones, aseguran, el animal se entraga en un centro público o en una protectora.

Diversas fuentes hablan de incrementos en el precio de los productos para animales de hasta el 24%. Estos aumentos, declaran, son mayores en los santuarios gallegos, ya que acogen especies que se alimentan de otros piensos. El alza también afecta a las actuaciones veterinarias y a la luz, pueso que muchas de estas instalaciones no poseen infraestructura para reducir la factura, como es el caso de la energía fotovoltaica.

La entidad denuncia también que el nivel de apoyo público que reciben sectores relacionados con los animales es "diametralmente opuesto", con convocatorias muy limitadas una vez al año, excluyendo de las subenciones a los santuarios, que, afirman, solo reciben ayudas convocadas por el Gobierno central desde hace dos años.

SACRIFICIOS POR PARTE DE LA GANADERÍA

La ONG ha denunciado que "el contexto de sequía y el alza de los costes es la excusa perfecta para que desde el sector agroganadero se justifique el sacrificio de animales, aduciendo baja producción o no poder asumir su alimentación".

Han asegurado que los ganaderos reciben varios millones de euros para diversos fines, mientras que el activismo en defensa de los animales se hace cargo de especies "poco productivas", excedentes de granjas o incluso abandonados por la quiebra de empresas.