Casas prefabricadas, ¿la solución al problema de la vivienda?
Las casas prefabricadas ofrecen una serie de ventajas sobre las tradicionales, como un menor coste, un menor tiempo de construcción, una mayor flexibilidad y una mayor sostenibilidad. Además, las casas prefabricadas pueden ser diseñadas a medida, por lo que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada persona.
La vivienda es un problema. Ya no solo por su oferta y su demanda, sino por su acceso, ya que no todos pueden permitirse las cuatro paredes que nos venden. En ocasiones ya el terreno resulta directamente prohibitivo. Afortunadamente, hoy hay opciones y soluciones a nuestro alcance. Y, para muchos, esa solución es la de comprar una casa contenedor.
Algunos pueden ver esto como una rareza, pero nada más lejos de la realidad. Resulta una solución en muchos sentidos a problemas que van desde el deterioro y destrucción del medioambiente -cada vez hay menos recursos y la construcción emplea y necesita de una cantidad ingente de materiales- hasta realidades sociales que pasan por las viviendas vacías y la especulación inmobiliaria.
¿POR QUÉ SON MÁS BARATAS?
Así, comprar una casa prefabricada tiene varias ventajas, que pueden variar siempre según el tipo de casa y el fabricante. Con todo, por norma general, las ventajas más comunes pueden asociarse en aspectos como que los costes son más bajos. Se trata de casas prefabricadas que suelen ser más económicas que las construidas de forma tradicional. Esto se debe a la eficiencia en la producción en masa y ahorros en mano de obra y tiempo de construcción, entre otros factores.
Al tiempo, cabe destacar que contar con la vivienda es mucho más inmediato, ya que el tiempo de construcción es más rápido. Hablamos de residencias que se fabrican en fábricas, donde existen controles estrictos de calidad y una construcción a gran velocidad. ¿Qué significa esto? Que podemos mudarnos a nuestra nueva casa mucho antes de lo que podríamos hacerlo con una casa construida desde cero, además de ahorrar un gran malestar a los vecinos, que se ahorran mucho tiempo de obras, ruido y molestias varias.
Pero el hecho de que se construyan en cadena no significa que sean todas iguales. Los diseños son personalizados, aunque también hay modelos estándar. Las empresas ofrecen al comprador opciones personalizadas para adaptarse a las necesidades, a los gustos o a los caprichos del cliente. Estas casas también permiten una mayor eficiencia energética, ya que su diseño tiene este enfoque, incluyendo mejores aislamientos, sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes y opciones para la instalación de paneles solares u otras fuentes de energía renovable.
PUEDEN SER TRASLADADAS
Por otra banda, al ser tan precisos, se destierra la posibilidad de que se desperdicien recursos como sí ocurre en construcciones tradicionales. La calidad está totalmente garantizada y la precisión es absoluta, sin fallos estructurales ni problemas de construcción. Además, un punto a favor es que muchas no necesitan de los cimientos que anclan las viviendas para siempre a un terreno. Muchas están diseñadas para poder ser móviles y poder trasladarlas a otro sitio si fuese preciso.
Cabe mencionar, además de que financiar esta clase de casas prefabricadas es relativamente sencillo en comparación con los precios de la construcción tradicional, mucho más variables y dependientes del mercado, esta clase de construcciones cuentan con materiales de primera calidad y la tecnología más puntera, lo que supone un plus por su durabilidad. No hay nada que temer, que la casa no se nos viene encima.
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