Ian Mackay, de salir por la puerta de atrás del club de su vida a la redención en Segunda División
El cancerbero coruñés acaba de incorporarse al Eldense, recién ascendido que busca conservar la categoría en la división de plata.
El último medio año en la vida de Ian Mackay no ha sido nada fácil. El guardameta pasó de ser todo un referente en el Deportivo de La Coruña a ser el gran olvidado por el cuerpo técnico y ver como parte de la afición que antes le alababa ahora le daba la espalda después de su infausto partido en Castellón. Sin sitio en el Dépor de sus amores, el club blanquiazul decidió prescindir de sus servicios este enero, y a Mackay no le quedó más remedio que enjuagarse las lágrimas y mirar hacia adelante, decidido a no rendirse y seguir demostrando la capacidad de resiliencia de la que ha hecho gala toda su carrera.
La opción de continuar su carrera le llegó desde Alicante, con el CD Eldense como protagonista. Los de Elda buscaban un cancerbero de garantías que completase su portería y compitiese por un hueco en el once tras el adiós de Zubiaure. Encontraron en el veterano a un profesional capaz de enfrentarse al reto de mantener al Eldense en la categoría de plata, a la que ascendió el pasado verano tras seis décadas sin oler la Segunda.
"ESTE ES UN PROYECTO SERIO"
"Desde las primeras conversaciones sabía que quería coger esta oportunidad. Fue muy fácil tomar la decisión porque sumarse a un proyecto así es tomar una decisión a la vencida", celebró Mackay, que subrayó especialmente la velocidad al que crece este proyecto, prueba de que "se están haciendo las cosas bien, muy serias".
"El secreto es que lo están haciendo muy bien y que la competencia que tienen me sorprende para bien", dijo de los alicantinos, donde pugnará con Aceves y Vallejo por la titularidad y compartirá vesturario con otros nombres de nivel como Timor, Marc Matue, Florin Andone o Juanto Ortuño.
El acuerdo es hasta final de temporada, momento en el que Mackay calibrará si busca un nuevo reto, si continúa su andadura en Alicante o si, con 37 años, es el momento de un retiro dorado en el levante español. Primero toca salvar al Eldense de la quema, de la que se escapa por ahora con siete puntos por encima de los puestos de peligro y a solo seis de playoff. Poco a poco y jornada a jornada, pero con Mackay el objetivo puede estar un poquito más cerca.
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