Nico González, un dragón blanquiazul como su papá

Desde la cuna, las esperanzas que se depositaron sobre Nico González fueron siempre muchas. El hijo de Fran, una leyenda del Deportivo de La Coruña y el fútbol nacional, solo podía ser futbolista. Y un gran futbolista además. Desde pequeño despuntó por ser mucho más habil e inteligente que sus compañeros. Un superdotado en el aspecto táctico, Nico ve huecos donde los demás solo ven piernas, y es capaz de controlar el tempo del partido acelerando o ralentizando el juego a su antojo. Con 21 años es una de las mayores promesas del balompié, pero las lesiones lo han llevado a buscar su mejor nivel lejos de España, más concretamente en la desembocadura del Duero.

Nico llegó este verano al FC Porto después de una temporada de luces y sombras en Valencia. Importante para Gattuso y para Baraja, Nico se vio condicionado por las lesiones y por la irregularidad de una plantilla que pasó muchos apuros para salvar la categoría. El proyecto che, fallido de principio a fin, no ayudo a ver progresión en el gallego, que en su día se colocó como el sustituto de Busquets cuando Koeman le dio la oportunidad de debutar con el primer equipo del Barça. 

Sin embargo, sin hueco este año en el primer equipo de Xavi, Nico hizo las maletas a un club puntero como el Oporto, donde comparte el blanco y el azul que acompañaron a su padre durante toda su carrera. El Barça lo "malvendió" para poder seguir teniendo una participación en el futuro de cara a repescar a un futbolista sobre el que todavía guardan grandes esperanzas y del que esperan un gran salto de calidad en los próximos meses. El destino quiso que tanto los culés como los dragoes se vean las caras en Champions, por lo que Nico recibirá la próxima semana a su ex equipo en la que es su nueva casa, después de haber debutado en Champions ante el Shakhtar.

Por ahora, Nico tampoco ha disfrutado de muchas oportunidades en el equipo que lidera Sérgio Conceição. Tres titularidades y cinco encuentros disputados en total. En las últimas semanas incluso parece haber perdido peso en los esquemas del club portugués en detrimento de Eustaquio o el recién llegado Alan Varela, flamante fichaje procedente de Boca Juniors. Desde la humildad y con el temple que le caracteriza, Nico trabaja para volver a ganarse la confianza de Conceição, demostrar el futbolista que puede llegar a ser y, tal vez, regresar a Barcelona por la puerta grande y convertido, ahora sí que sí, en el sucesor de Busquets.