El FC Barcelona derrota al Real Madrid en el amistoso de Las Vegas gracias a un gol de uno se sus fichajes, Raphinha
La intensidad del duelo bajó notablemente en el segundo tiempo debido al gran número de sustituciones y al tratarse de un partido no oficial.

Barça y Real Madrid volvían a jugar un Clásico más allá de nuestras fronteras. Viene siendo habitual que muchos clubes realicen giras de pretemporada para ingresar grandes sumas de dinero. Ambos conjuntos ya se habían visto las caras en otra ocasión antes de comenzar la temporada. Aunque esta vez, el partido más espectacular del mundo se disputó en la ciudad del juego, en el Allegiant Stadium de Las Vegas. Cierto es que el encuentro era amistoso, pero el morbo estaba servido por la rivalidad que hay entre los dos equipos. Nunca un choque entre los dos mejores clubes del globo es un simple amistoso; ambos equipos probaban a sus fichajes desde el inicio con la grada estadounidense llena hasta la bandera y dividida en los colores de sus camisetas.
El Real Madrid jugaba su primer encuentro de la pretemporada y Carlo Ancelotti apostó por Courtois, Lucas Vázquez, Rüdiger, Militao, Alaba, Valverde, Camavinga, Tchouaméni, Rodrygo, Hazard y Vinicius Jr en el once titular.

Por su parte, el FC Barcelona disputaba su tercer enfrentamiento de pretemporada tras empatar ante la Unió Esportiva Olot (1-1) y golear al Inter de Miami (6-0). Xavi Hernández alineaba a Ter Stegen, Araujo, Christensen, Eric García, Jordi Alba, Pedri, Busquets, Gavi, Ansu Fati, Lewandowski y Raphinha.

Ambos entrenadores pusieron a un central en el puesto de lateral; Rüdiger se colocaba en el flanco izquierdo y Ronald Araujo ocupaba la banda derecha.

Los primeros diez minutos fueron de tanteo, aunque de alta intensidad y también de muchas impresiciones en la elaboración del juego. El FC Barcelona realizaba una presión alta en la salida de balón del conjunto merengue sin dejar avanzar al Real Madrid. Los blancos defendían cerca del área y juntando las líneas para tapar los espacios en la circulación de balón blaugrana. Los culés mantenían la posesión y los pupilos de Carlo Ancelotti esperaban para salir al contraataque.
El primer tiro del partido fue a los 10 minutos y ejecutado por el flamante fichaje del Barça. Robert Lewandowski ponía a prueba al portero belga y éste paró el lanzamiento. La plantilla madrileña abusaba de los pases en largo a través de David Alaba para buscar la velocidad de sus extremos, pero los futbolistas de Xavi Hernández los neutralizaban fácilmente.
La primera gran ocasión manifiesta del partido fue en el minuto 18 para el Real Madrid; Fede Valverde mandó un disparo muy potente a la cruceta desde más allá de la frontal del área. Aunque tan solo un minuto después, Ansu Fati perdonaba una oportunidad clara tras aun error grave de Eduardo Camavinga dentro del área.
En el minuto 26 y desde una posición poco usual para Antonio Rüdiger, el central alemán se internaba por el carril izquierdo, pero su tiro se marchaba muy desviado. Tan solo un minuto después Militao le regalaba el esférico a Raphinha, que establecía el 0-1 en el electrónico. El extremo brasileño marcaba un golazo desde la frontal tras un disparo con la zurda que se colaba por la escuadra haciendo inútil la estirada de Thibaut Courtois. El Barça era dueño y señor del partido ante un Real Madrid que se defendía como podía. A punto estuvo el ariete polaco de poner el segundo de su equipo pasada la primera media hora.
El central danés de los blaugranas, Christensen veía la primera tarjeta amarilla del choque en el minuto 34. Las órdenes del técnico catalán eran claras; detener los contraataques con una falta táctica para impedir que los blancos salieran en transición. Los últimos 5 minutos de la primera parte el Real Madrid tuvo dos acercamientos al área de Ter Stegen. Pero lo más destacable, a la vez que triste, es que muchos jugadores se vieron envueltos en una tangana tras una falta del Barça. Tras un minuto de añadido, se llegaba al descanso con el 0-1 a favor del FC Barcelona.

En la segunda parte, Xavi introdujo a Frenkie De Jong, Kessié, Ousmane Dembélé, Balde y Aubameyang para que descansaran Christensen, Jordi Alba, Gavi, Lewandowski y Ansu Fati. Mientras que el entrenador italiano del Real Madrid dio entrada a Kroos, Modric, Asensio, Nacho, Casemiro y Mendy sustituyendo a Alaba, Rüdiger, Valverde, Tchouaméni, Camavinga y Hazard. Pese a los cambios, la tónica del encuentro iba a ser la misma de la primera parte; el Barça dominaba el balón y los blancos se defendían esperando atacar tras pérdida.
Marco Asensio fallaba una ocasión clara para empatar el partido antes de la hora de encuentro cuando solo tenía que empujar el balón a la red pero el cuero se marchó rozando el poste. Acto seguido, ambos equipos realizaban más sustituciones; el FC Barcelona introducía a Dest, Nico, Memphis, Sergi Roberto, Iñaki Peña y Gerard Piqué por Eric García, Ter Stegen, Sergio Busquets, Pedri, Raphinha y Araujo. Carletto solo cambió a Militao para dar entrada a Jesús Vallejo.

El Real Madrid seguía moviendo el banquillo y a los 70 minutos Odriozola, Mariano y Ceballos se incorporaban al terreno de juego para dar salida a Lucas Vázquez, Rodrygo y Vinicius Jr. Aún así fue Kessié, nuevo mediocampista azulgrana, quien tendría una oportunidad clara para aumentar la distancia en el marcador. Sin embargo, el guardameta merengue detenía el lanzamiento sin dificultades. El conjunto blanco no se rendía y buscaba igualar el partido mediante la posesión del balón, pero no conseguían percutir entre la zaga culé.
A falta de cinco minutos para acabar el clásico, Ousmane Dembélé tuvo la sentencia, pero el arquero de Bélgica volvía a salvar a su equipo. El mismo extremo francés, tan solo dos minutos después volvió a toparse con Thibaut Courtois, el cual paró un disparo cruzado y raso con la mano. Mariano Díaz erró la última del Real Madrid al rematar de cabeza, pero muy desviado. Aún tendría tiempo el Barça de buscar el segundo y Dest hizo que el muro belga se empleara a fondo. El árbitro ponía el punto y final al Clásico de Las Vegas que no fue un espectáculo, pero nos sirvió para matar el gusanillo antes de la temporada.
Escribe tu comentario