La Fonte de Troncoso, sumergida por el desbordamiento del río Tea en Mondariz

El caudal del río se desbordó sumergiendo la Fonte de Troncoso, un Bien de Interés Cultural hoy abandonado y pendiente de ser sometido a una importante obra rehabilitación. 

El pasado otoño la Xunta planteó desembolsar medio millón de euros en la obras, proyectadas para empezar en el primer trimestre de este 2023.

Galicia despidió 2022 y recibió 2023 bajo una intensa lluvia. La fuerza del temporal no remitió hasta este 2 de enero, momento en el que se pudo evaluar muchos de los daños causados estos días. Uno de ellos, producto del desbordamiento del río Tea, fue la inundación que sufrió la emblemática Fonte de Troncoso, en Mondariz-Balneario.

Las aguas sumergieron el emplazamiento y la fuerza del caudal dobló y arrancó parte de la pasarela y la verja que son símbolo de la obra. Además, las ramas y hojas arrastradas por el agua del río pueden haber dañado todavía más la Fonte de Troncoso. 

ABANDONO Y REMODELACIÓN

La obra, erigida por el arquitecto Antonio Palacios, es un Bien de Interés Cultural que se encuentra abandonado a su suerte y varias asociaciones piden su rehabilitación. Este otoño la Xunta anunció la inversión de medio millón de euros para su rehabilitación, que después de las intensas lluvias deberá ser todavía más exhaustiva si cabe.

La primera fase, con una previsión de 130.000 euros iniciales, iba a iniciarse en este primer trimestre de 2023. "Estos trabajos se encuadran en un proyecto más amplio más amplio que atiende a las necesidades de este bien catalogado y protegido por su valor cultural. Así, una vez concluida la consolidación, está previsto que el Gobierno gallego destine 400.000€ a la rehabilitación y recuperación de la obra de Antonio Palacios. Para hacerlo, es preciso firmar un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Mondariz-Balneario, actual propietario del conjunto tras conseguir su cesión, para su puesta la disposición", explicaba la Xunta.

Desde Turismo de Galicia recuerdan que el enclave es "una fuente de aguas minero-medicinales de características nitrosas, declarada de utilidad pública el 16 de junio de 1873, gracias a la labor de Enrique Peinador y Vela". "Este manantial está cubierto por una pequeña construcción metálica que se encuentra en la actualidad muy deteriorada, pero que todavía muestra el esplendor de épocas pretéritas", recalcan.