El PSOE critica las conexiones de los nuevos dueños de Povisa con el PP
El número dos del PSOE gallego ha criticado la venta de Povisa a Ribera Salud. Pablo Arangüena pone el foco en que, como desveló Galiciapress, uno de sus directivos, Alberto de Rosa, fue candidato en unas listas del Partido Popular. Además, el vicesecretario general del PSdG, vincula al nuevo gestor de Povisa con la ola de corrupción que asoló la Valencia del boom del ladrillo en la época de Eduardo Zaplana.
Todo queda en familia: o hospital POVISA vai ser mercado por un grupo dirixido por un ex candidato do PP que medrou na Valencia de Zaplana, acusado no caso Erial de 10 delitos, entre eles blanquear 10,5 millóns procedentes de sobornos. @PSdeG. @PSOE. https://t.co/LSAoVv7Q9A
— Pablo Arangüena (@PabloAranguena) October 2, 2019
HERMANO DE UN EX-CONSEJERO DEL PP CON CAMPS
Además de su candidatura en las muncipales de Sueca en 2007, el Consejero Delegado de Ribera Salud es también hermano de Fernando de Rosa Torner, alto cago en los gobiernos del PP valenciano entre 2003 y 2008, llegando a ser consejero de Justicia del defenestrado Francisco Camps. Fernando de Rosa es hoy presidente de la Audiencia Provincial, tras alcanzar la vicepresidencia del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta del PP.
Alberto de Rosa comenzó su carrera como directivo sanitario de la mano de la estrategia privatizadora lanzada por Eduardo Zaplana. Según el semanario El Temps, "De Rosa fue nombrado como director gerente del Hospital de Alzira (Ribera Alta) en 1998. Fue su inicio como rostro directivo del modelo sanitario privado que impulsó el expresidente valenciano Eduardo Zaplana".
ESCUCHAS EN EL CASO BRUGAL
El nombre de Alberto de Rosa ha aparecido en el caso Brugal. Según desveló El País en 2010, el empresario Enrique Ortiz contactó con Alberto para intentar conseguir adjudicaciones en el área judicial. El actual directivo de Povisa alertó al constructor que se le había acabado el plazo para presentarse al concurso de los juzgados de Paterna. Posteriomente el empresario -condenado a cuatro años en la trama Gürtel por financiación ilegal del PP- llamó a sus empleados para quejarse de que no su empresa no compitiese por el contrato, como le advirtió Alberto De Rosa. Esta es la transcipción que adelantó su día El País:
Alberto de Rosa es director general de Ribera Salud, una empresa privada que gestiona cinco hospitales públicos de la Comunidad Valenciana. En junio de 2008, Alberto de Rosa, hermano de Fernando de Rosa, entonces consejero de Justicia, habla con Enrique Ortiz:
Alberto de Rosa. Me ha llamado mi hermano y me dice, oye, que no se ha presentado Enrique a Paterna.
Enrique Ortiz. En Paterna... ¿A qué provincia pertenece Paterna?
A. de R. A Valencia.
E. O. ¿De cuánto era la obra?
A. de R. No lo sé, de 10 u 11 millones.
E. O. Eso es lo que me dijiste que estaba muy bien Lubasa.
A. de R. No, ese era Villareal.
E. O. Ostias.
A. de R. No pasa nada, oye.
E. O. Vamos a quedar, yo voy a dar orden a partir de ahora que todo lo que salga que nos presentemos.
A. de R. Perfecto.
E. O. Tenemos que quedar la semana que viene y comemos los tres.
A. de R. Vale, perfecto.
Ortiz habla luego con uno de sus empleados al que le explica: "Yo le llamo a Alberto de Rosa para comer con su hermano para pedir alguna de las adjudicaciones. Me dice, el de Villareal es para Lubasa pero el de Paterna puede ser, y ahora me llama y me dice, si no te has presentado. Le voy pidiendo y no me presento. Tócate los cojones. Y ahí tenemos un huevo de posibilidades, tenemos que presentarnos a todo. ¿No ves que tenemos reparto? Y aquí nos toca. ¡Madre mía, madre mía!... Alberto, que nos llevamos de puta madre, me dice, pero Enrique ¿Cómo puede ser esto? Se ha quedado alucinado."
Alberto de Rosa salió indemene del Caso Brugal, como salió indemne de la investigación a Ribera Salud por cobrar comisiones irregularmente por las prótesis de espaldas a la Generalitat, caso en el que el fiscal llegó a pedir que declarara como investigado.
OTRO DIRECTIVO FUE CONSEJERO DE SALUD EN CATALUÑA
El Consejero Delegado no es el único directivo que se sienta en el consejo de administración de Ribera Salud con conexiones políticas. Boi Ruiz García también es consejero. Entre 2000 y 2016 este médico fue consejero de Salud el goberno de Artur Mas (CiU) en la Generalitat de Catalunya.
LOS TRABAJADORES PONEN EL FOCO EN LOS VERDADEROS DUEÑOS, LOS AMERICANOS DE CENTENE
Por otra parte, según relata Europa Press, los trabajadores de Povisa han sido informados este jueves de la venta del hospital a Ribera Salud (cuyo accionista mayoritario es el grupo estadounidense Centene) y, a pesar de que los nuevos propietarios han querido transmitirles un mensaje de tranquilidad, la plantilla "no se fía": "No queremos un hospital gestionado por una multinacional americana, sabiendo como funciona allí la sanidad".
Así lo ha trasladado, en declaraciones a Europa Press, la portavoz del comité, Chus Neira (CIG), quien ha criticado el "desprecio" de los hasta ahora dueños del hospital vigués (el mayor centro sanitario privado de Galicia), el grupo Nosa Terra XXI, porque "no dieron ni la cara, comunican la operación por correo electrónico, en una política de hechos consumados, y no no dan más información".
Chus Neira ha subrayado que, pese a que "dicen que van a respetar los empleos", no tienen garantías suficientes sobre el futuro de este hospital. Asimismo, ha acusado al Sergas de "permitir esta venta" poco tiempo después de haber accedido a modificar ciertas condiciones del concierto con Povisa (cuando los anteriores dueños del hospital presentaron solicitud de preconcurso de acreedores, hace un año). "El Sergas mete más dinero en el hospital, y ahora se vende", ha constatado la representante del comité.
Así las cosas, Neira ha vuelto a insistir en que la CIG reclama que la administración "rescate" Povisa para la sanidad pública. "Si no puede ser de forma inmediata, que se prepare ese rescate de aquí a 2022 (fecha en la que finaliza el actual concierto del Sergas con el hospital) y, mientras, que se garanticen los puestos de trabajo", ha añadido.
En virtud de ese concierto, Povisa tiene asignadas 134.000 cartillas de pacientes de la sanidad pública de Vigo, Val Miñor y O Morrazo. El centro cuenta con 573 camas y unos 1.500 trabajadores.
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