Con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas del próximo año, el Partido Popular empieza a plantearse su estrategia electoral. Los populares temen que el auge de Ciudadanos les arrebate votos y acaben perdiendo los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos más fuertes que están bajo la dirección del PP.


Las encuestas reflejan que el PP tiene difícil mantener alguno de sus bastiones autonómicos como los de Castilla- La Mancha y Castilla y León. Lo mismo ocurre con ciudades que históricamente estuvieron bajo la dirección de los populares, en donde ahora necesitarían un pacto con Ciudadanos para gobernar.



Sin embargo, la principal preocupación del Partido Popular su presencia en las diputaciones. En la actualidad los populares cuentan con 15 presidencias: Orense, León, Zamora, Salamanca, Palencia, Valladolid, Ávila, Segovia, Burgos, Guadalajara, Cuenca, Castellón, Alicante, Almería y Málaga, aunque quedó por debajo del PSOE en el reparto de esas instituciones. Ahora, con el ritmo tomado por la formación naranja, el PP teme que Rivera pueda alzarse como la opción favorita del electorado.


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