El Ejecutivo usa argumentos contradictorios con la AP-9.


La nevada que cayó este fin de semana en la Meseta y que atrapó a centenares de conductores y pasajeros en la AP-6 también provoca contradicciones en los argumentos del Gobierno para quitarse su parte de culpa de encima.


El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha justificado que su papel preventivo era únicamente el de dar información. "Se lanzaron más de 4.000 mensajes en paneles de información sobre cómo planificar el viaje y de no circular por determinadas vías", explicó.


Así, atribuyó que la citada carretera se convirtió "en una ratonera" por "múltiples causas", como la decisión "poco acertada" de conductores de ponerse en circulación pese a las advertencias de la DGT.


Además, Serrano excusó la tarea del Gobierno afrmando que aunque "la DGT tiene la competencia de controlar miles de kilómetros de carreteras, la AP-6 es una autopista de peaje que tiene su propio centro de gestión". "La gestión ante una avalancha de vehículos es una cuestión que corresponde al operativo diario de la concesionaria", remachó.


Argumentos que chocan con algunos de los que desde el Ejecutivo de Rajoy se lanzan para justificar el veto al traspaso de la AP-9 a Galicia. Además del aspecto económico, el Gobierno resalta siempre la importancia estructural de la arteria que une el norte y el sur de Galicia. Es decir, al tiempo que niega la cesión la autopista para la titularidad autonómica por su importancia para la red de carreteras del Estado, reconoce que sus competencias en las autopistas de peaje son poco más que informativas.


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