Se acabó la campaña y parece que, tras ella, viene la jornada de la reflexión. ¿Reflexión?: No gracias, parecen decir las dos partes enfrentadas en esta dura guerra por destrozar Catalunya, y sobre todo su convivencia pacífica.
De momento, los dirigentes de la CUP amenazan con no respetar ese único día de descanso que mandan las normas electorales. No los juzguen mal, son antisistema y su única norma es no respetar las normas. Si la Junta Electoral hubiera ordenado que la campaña siguiera hasta el día de las votaciones, habrían parado, sin lugar a dudas, porque lo suyo es llevarle la contraria al sistema. Gracias a esa lógica, consiguieron hacer dimitir a Mas de la Presidencia de la Generalitat y han llevado a prisión a todo el Govern Puigdemont y a la mesa del Parlament, mientras ellos se han ido de rositas. Genial, ¿no?
Pero eso, ya nada le importa a los que siguen pretendiendo poner en marcha la segunda parte del procés si ganan en las urnas. Nunca reconocerán, los muy patriotas, que a los que los mosssos molieron a palos en varias ocasiones por las barbaridades cometidas por sus comandos urbanos les han tomado el pelo y van de sobrados por la vida politica catalana, mientras a ellos, los que nacieron y fueron educados para ostentar el poder, lo están perdiendo y además dejándose por el camino vida y hacienda.
A mí me parece muy injusto, pero claro, ninguno de ellos me va a creer, aunque se lo diga ya desde la atalaya de la desesperanza en la que nos encontramos los "malos catalanes" que hemos peleado por evitar el encontronazo que ya se ha producido.
Del otro lado de la trinchera, tampoco pintan las cosas mejor. Ciudadanos, que puede ganar, también se puede quedar sin Generalitat, como le pasó a Mas por el pacto del Tripartito, ¿recuerdan? Esta vez puede ser diferente, porque se invocará la reconciliación pero, al final, será lo mismo: pactar para obtener el poder.
El PP, que ha contado con la desventaja de una Vicepresidenta incompetente a la hora de pactar y lenguaraz e inoportuna cuando tocaba hacer campaña , buscará un asidero que le salve de tanto infortunio para que luego Rajoy pase la factura a la hora de recoger votos en otras elecciones generales, que él y solo él puede convocar cuando más le convenga. Será su huida hacia adelante si la alianza constitucional no funciona.
Iceta no es Borrell y él lo sabe. El ex Presidente del Parlamento europeo era el mejor candidato de los constitucionalistas y hasta de mucha gente que estaba del procés hastiada y con ganas de pasar página. El PSC no le ha dejado y la vieja guardia de "los leones" que acompaña a Iceta desde hace muchos años tampoco ha permitido que al amigo no se le suba a la chepa un político del nivel intelectual de Borrell, porque sería como reconocer que el socialismo catalán se viene equivocando desde hace ya bastantes años. Si gana Iceta, Sánchez se llevará todas las medallas, y si pierde, le vendrán muy bien los votos catalanes que consiga, y que con tanto baile partidario había perdido casi definitivamente.
El Secretario general del PSOE ha ralentizado su objetivo hacia la Moncloa y ha bajado el tono para perfilar su nueva cara de español y constitucionalista, dato mínimo que se le exije a todo aquel que quiera ser presidente del gobierno de España. Como además está en las antípodas de cómo entiende Don Mariano la Constitución, es más que probable de que las elecciones catalanas salga un nuevo Pedro Sánchez más fuerte y electoralmente más atractivo.
Me cuentan que a los comunes les ha pagado la campaña Podemos. Tras preguntar a fuentes podemitas, he podido averiguar que en las generales los que pusieron la pasta fueron los de Domènech y que por lo tanto los de Iglesias les debían una pasta, que ahora están devolviendo en estas elecciones catalanas. Justa correspondencia. No obstante, el rumor ya ha corrido por las redes, sin la contrapartida de lo que ahora les cuento, con lo que el lío ya está montado. Por lo demás, a Domènech ya solo le queda escoger a quién quiere en la Presidencia de la Generalitat para que una de los partes se indigne con su formación.
Sean felices, disfruten de la jornada de descanso y prepárense para un final de semana que promete ser realmente histórico. Y si no ganan los suyos, no se asuste, los contrarios tampoco podrán hacerlo, porque esto de la reconciliación va para largo si no se produce un milagro.
Mientras tanto, reflexionemos.