Un conductor de ambulancia borracho embiste a otro coche llevando tres pacientes a bordo
miércoles, 13 de diciembre de 2017, 13:22
Efectivos del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de O Porriño han denunciado el fin de semana al conductor de una ambulancia en servicio que triplicaba la tasa de alcohol permitida después de haber colisionado con un turismo en la A-55 y abandonar el lugar del accidente.
Según informa el Instituto Armado, la secuencia de hechos que dieron lugar a la denuncia se inició a raíz de varias alertas telefónicas que informaban de que una ambulancia circulaba en zigzag por la autovía A-55, en el tramo comprendido entre Vigo y Tui.
Después de activarse el dispositivo para su localización, se tuvo noticia de una colisión por alcance en el kilómetro 15,300 de la misma carretera, a la altura de O Porriño, en la que había implicada una ambulancia en servicio, que había colisionado contra un turismo.
"El conductor de la ambulancia se ausentó del lugar sin dar explicaciones ni facilitar sus datos personales al usuario del otro vehículo contra el que había colisionado", explica la Guardia Civil.
Según se pudo averiguar, la ambulancia realizaba un servicio de traslado con tres pacientes de diálisis desde el Hospital Álvaro Cunqueiro (HAC) de Vigo a O Rosal.
Las investigaciones realizadas por el Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de O Porriño han permitido localizar al conductor de la ambulancia, que fue interceptada por el Equipo de Atestados en la localidad de Tabagón, en O Rosal.
Además, se comprobó que su conductor triplicaba la tasa de alcohol permitida permitido para este tipo de profesionales de servicio público de urgencias, destaca la Benemérita.
Ante esta situación, la Guardia Civil procedió a la inmovilización del vehículo y la empresa tuvo que enviar otra ambulancia para hacerse cargo de los tres usuarios y completar su regreso a destino.
Por su parte, el conductor de la ambulancia ha sido denunciado por superar la tasa de alcohol permitido y por "una falta de respeto y consideración", concreta la Benemérita, hacia de los agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones, "por su comportamiento y malos modos durante la realización de las pruebas de alcoholemia".