El alcalde de Vigo, Abel Caballero, sigue demandando el aislamiento por parte de las administraciones a la ciudad olívica. Si esta semana demandaba las presiones de Feijóo para privar de AVE a la ciudad, ahora afirma que Galicia tiene “una deuda histórica con Vigo que está sin saldar”. Además, advierte de que la ciudad busca “su espacio” en una comunidad que, ha criticado, "sigue funcionando con pautas del siglo XIX".


Durante el coloquio organizado en Vigo por Fórum Europa-Tribuna Galicia, el alcalde ha manifestado que es una tarea inútil “intentar llevar adelante Galicia sin Vigo o contra Vigo”. Para Caballero, el deber de la ciudad es ocupar “un lugar en la Galicia del futuro y el progreso”.


El alcalde, por otra parte, ha puesto en valor la forma de hacer política de su gobierno y ha repetido que el "modelo de Vigo" es "extrapolable a lo autonómico y a lo nacional" porque define un "proyecto colectivo de amplio apoyo". A su vez, ha alabado la importancia de la estabilidad en su equipo de gobierno, un gobierno que pretende ser “predecible” y que apoye la actividad económica, y no un "gobierno rebelde o contestatario".


CABALLERO Y LA XUNTA

En cuanto al trato del consistorio vigués con las administraciones, el alcalde ha calificado de forma positiva la cooperación con instituciones como el Puerto, la Zona Franca o el propio gobierno central, con el que mantiene "una relación razonable, con sus luces y sus sombras". En cambio, con la Xunta ha remarcado las “serias disensiones” con el Ejecutivo gallego, siendo el único punto negro en las relaciones con el ayuntamiento, debido a cuestiones como el "abandono" de las carreteras autonómicas, la negativa a abordar la conversión de la AP-9 en vial urbano a la altura de Teis, el "intento de cerrar" el aeropuerto, o la paralización del Área Metropolitana.


Con respecto a ésta última cuestión, el alcalde ha vuelto a asegurar que el Área se pondrá en marcha tras las próximas municipales, porque según él “así lo va a exigir la ciudad”. Además, Caballero ha dado por hecho que su proyecto para Vigo volverá a recabar un respaldo mayoritario de los votantes, incluso aumentando el número de concejales.


Por otro lado, el regidor ha hablado de otras cuestiones de peso como la sequía, que ha obligado a iniciar el protocolo de restricciones. Aunque para él, parte de la solución pasa por reducir el caudal ecológico de la presa de Eiras a 150 l/s, puesto que los vigueses y la industria de la ciudad ya están ahorrando "todo el agua que pueden".

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