El concierto económico, "un negocio ruinoso".


Los grupos parlamentarios de PP y PSdeG han sumado este martes sus votos para rechazar la toma en consideración de una proposición de ley del BNG para dotar a Galicia de un concierto económico similar a los existentes en Euskadi y Navarra, desde el convencimiento de que la comunidad perdería capacidad económica. En Marea, por su parte, ha respaldado que se pueda debatir, pero ha expresado sus diferencias con la propuesta nacionalista.


En defensa de su iniciativa, la portavoz del BNG, Ana Pontón, ha subrayado que el sistema de financiación actual es "un mal negocio" para esta autonomía, pues sus ciudadanos pagan "más impuestos" de las inversiones y fondos que reciben del Estado, de modo que ha apostado por "quitar la llave del dinero de Galicia al señor Montoro y devolvérsela a los gallegos". En concreto, ha referido que la liquidación de 2014 revela que la carga fiscal de los gallegos superó los 11.000 millones de euros, por poco más de 7.000 que llegaron en forma de aportaciones estatales.


Así pues, ha defendido que la Xunta cobre los impuestos para "promover el desarrollo económico, social y cultural" de Galicia "sin condicionantes ni restricciones" y después abone al Estado el coste de las funciones que desempeña.


Sin embargo, sus homólogos en filas socialistas y populares, Xoaquín Fernández Leiceaga y Pedro Puy, respectivamente, han coincidido a la hora de desmentir las cifras empleadas por la dirigente nacionalista y al advertir, por tanto, de que su propuesta introduciría dificultades para que Galicia pudiese financiar sus servicios. "Es insensato desde el punto de vista económico y financiero", ha sostenido el portavoz del PSdeG, mientras el del PPdeG ha hablado de que sería "un negocio ruinoso" para esta comunidad.


Por su parte, el portavoz de En Marea, Luís Villares, se ha mostrado a favor de debatir la iniciativa del Bloque, partidario de "cambiar el statu quo" y de la "soberanía fiscal", aunque ha mostrado ciertas "diferencias" con el fondo de la propuesta. De hecho, ha abogado por "negociar un modelo en pie de igualdad" basándose en "el principio de cooperación desde la multilateralidad", a fin de que el sistema sea "justo y equitativo" y permita "atender las necesidades sociales".


LAS POSIBILIDADES DE GALICIA


Frente a las observaciones de Puy y Leiceaga sobre que el cupo sería perjudicial para Galicia, Ana Pontón se ha mostrado "convencida" de que "el problema no es que no se paguen suficientes impuestos para mantener los servicios", sino que el reparto es "desigual" y que la fiscalidad es "regresiva". "Hay que darle la vuelta a esa situación", ha enfatizado.


"Nosotros creemos en las posibilidades de Galicia. Sólo desde una mentalidad colonial se puede decir que Galicia saldría perdiendo con el concierto", ha lamentado.


"Siento que los datos contradigan sus opiniones", ha rebatido el representante socialista en el debate, crítico con una propuesta que "rompe el principio de equidad" entre territorios que consagra la Constitución. Al respecto, ha concedido que "quebrar" ese principio "puede ser una opción para los más fuertes", pero ha advertido de que "para los más débiles, es un suicidio".


Por su parte, Puy Fraga ha incidido en que la balanza fiscal con el Estado es "favorable" para Galicia, de modo que desvincularse de ese sistema sería "negativo" porque habría menos recursos.


Además, ha advertido que ese cambio "tiene costes y riesgos" y ha lamentado que una iniciativa que se sitúa "fuera" de la Carta Magna se traiga a la Cámara en "pleno desafío soberanista" de Cataluña. "Defienden un sistema profundamente perjudicial para Galicia en el peor momento posible y basándose en números pintados", ha reprobado al Bloque.


DISTINTAS VISIONES


Después de que Puy censurase el "aislacionismo financiero y económico" que propugnan los nacionalistas, Leiceaga cuestionase la decisión "unilateral" que pretenden tomar y Villares apostase por la "cooperación desde la multilateralidad", Pontón ha utilizado su turno de cierre del debate para plantear una visión diferente.


"Nuestros servicios no los paga nadie desde Madrid, los pagamos los gallegos con los impuestos que religiosamente cobra el Estado español", ha resuelto, para afear a PP y PSOE que sigan a favor de "una estructura anquilosada de estado centralista".


Y, tras afirmar que "no existen problemas de legalidad" en su propuesta de cupo, que no tuvo "ningún reparo" de los letrados del Parlamento, ha negado esa "igualdad y solidaridad" interterritorial de la que hablaron los portavoces popular y socialista. "¿Tenemos las mismas conexiones ferroviarias que Madrid, los mismos salarios, las mismas pensiones?", ha planteado.


"Nuestra propuesta, ambiciosa y beneficiosa para el país, permitiría romper el centralismo, que es un negocio pésimo para Galicia", ha concluido la líder del BNG, para lamentar que su proposición normativa no haya obtenido suficiente apoyo como para ser debatida en profundidad en la Cámara.


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