Manuel Martínez es conocido por sus posturas rebeldes.
El vicepresidente de la Diputación de Lugo y alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, asume desde este lunes las funciones de presidente "por imperativo legal", hasta el 17 de agosto, fecha en la que Darío Campos finalizará su período de vacaciones.
Martínez había aspirado a presidir el ejecutivo provincial, algo que en su momento supuso su salida del grupo provincial socialista, al haber aupado a la presidencia a la representante del PP Elena Candia, votándose a sí mismo. Posteriormente, propició una moción de censura que llevó al gobierno al socialista Darío Campos, hasta que fue de nuevo incorporado al gobierno provincial, lo que provocó la salida del BNG del ejecutivo.
Tras este largo camino, desde este lunes asume las funciones de presidencia de la Diputación, pero le resta valor y pone de manifiesto que era "a algo a lo que aspiraba pero por otros motivos". "Lo soy ahora por imperativo legal porque el presidente se va de vacaciones. Tampoco mi aspiración es ser presidente", completa.
Martínez ha asegurado que en su día aspiraba a ocupar este cargo y afea "artimañas de algunas personas, que lo que buscan son títeres, que provocaron que se me hiciera la cama y consiguieron que no fuera presidente".
"Hay más vida fuera de la presidencia de la diputación, como se demostró. Para mí es una satisfacción haber defendido la postura que defendí, simplemente, por coherencia y lealtad a mis principios", ha sentenciado.
Por lo demás, no ha ocultado que está "satisfecho" después de que en la última junta de gobierno de la Diputación se aprobara la licitación para la construcción de una residencia para mayores y centro de día en Becerrea.
Martínez se ha referido a que "es una necesidad y una demanda histórica de un Ayuntamiento, que está arropada por todos los partidos políticos". "No puedo por menos que expresar mi satisfacción", ante esta dotación por la que se consigna una inversión "de casi cinco millones de euros".