El Club Deportivo Boiro pelea hasta última hora para no perder su plaza en la categoría de bronce del fútbol español. Esta mañana pagó la deuda de 94.000 euros que mantenía con los jugadores y remitió documentación para justificar su situación. El club presentó una denuncia por presunta estafa contra un grupo que pretendía invertir en la entidad y que provocó, según su versión, que no pudiesen pagar a tiempo.


Los futbolistas, por su parte, tal y como apunta la CRTVG, han retirado su denuncia por la que reclamaban los atrasos.


Mientras la comisión que evalúa el caso y la documentación remitida por el club no decide, desde la Federación Galega de Fútbol darán a conocer en breve la cifra exacta que cuesta la plaza del Boiro tras su descenso y tratan de que sea para un equipo gallego. Cerceda, Bergantiños, Somozas, Vilalbés y Arousa son los primeros candidatos. A todos ellos se les ofrecerá por ese orden la plaza.


El presidente de la Federación, Rafael Louzán, reconoce que "le debemos dar un margen, pero no muy largo, porque aquí los plazos son muy cortos". Así, deja en manos de los clubs "el análisis de si son capaces de obtener esa cantidad económica y a partir de ahí tomar una decisión".

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