La tres principales federaciones de transporte de viajeros en autobús en Galicia --Anetra, Fegabús y Transgacar-- han exigido a la Xunta que retire su futuro plan de transporte, puesto que "condena" al cierre a "la mayoría" de pequeñas empresas en el rural.
En rueda de prensa en Santiago, Carlos García Cumplido, de Transgacar, ha avisado de que este plan es "catastrófico" a nivel empresarial y "desastroso desde el punto de vista funcional", en el que identifica "múltiples errores" debido a que "se hizo con prisas" y sin "un estudio serio y riguroso".
Estas tres federaciones representan al 90% de las firmas afectadas por el futuro plan de transporte de la Xunta --que en su primera fase supone 42 nuevos contratos y deberá estar lista en agosto--, y muestran sus sospechas de que "el objetivo que persigue" el Gobierno gallego es que "una multinacional se haga cargo de todo". En esta cita han estado presentes también Aurelio Cuíña, de Fegabús, y Fidel Martínez, de Anetra.
Entre esos "errores", Carlos García identifica que se contemplen "una serie de servicios que no tienen lógica", con horas "totalmente intempestivas", escolares que "llegan a mediodía" y "rutas que no existen por carretera", entre otros.
Una cuestión que provoca que "el 80 por ciento de las empresas" hayan presentado alegaciones al plan, que fue hecho "sin participación" de empresas, ayuntamientos ni ampas.
También Aurelio Cuíña llama la atención sobre que "no hay por donde coger" el estudio económico de la Xunta, con déficits de "entre el 40 y el 50 por cien" en algunos lotes, "con pérdidas de entre 400.000 y 500.0000 euros" para pequeñas empresas.
DESPIDOS Y PRECARIZACIÓN
El hecho es que son 42 zonas diferentes y las federaciones se quejan de que, aunque la Xunta anime a presentarse en forma de unión de empresas (UTE), las compañías "solo" tuvieron "diez días" para analizar el texto y presentar alegaciones.
Así, las nuevas zonas "requieren tener flotas por encima de los 10-15 vehículos", mientras la mayoría de las empresas de Ourense y Lugo cuentan con menos autobuses, por lo que "se van a ver fuera de poder" concurrir.
Además, coinciden con los sindicatos en que este nuevo plan provocará despidos y "una precarización importante" en las condiciones de los trabajadores, así como "un nuevo recorte" en las aportaciones públicas al transporte.
NUEVO PLAN "CON TIEMPO"
Por todo ello, reclaman la retirada del plan y que se impulse otro "con tiempo y reflexión" que dé respuesta "realmente" a las necesidades de movilidad, que permita que el tejido empresarial en el rural "siga existiendo" y "garantizar que los alumnos sigan teniendo el servicio con la calidad que tenían".
En esta línea, estas federaciones le dicen a la Consellería de Infraestruturas que no es necesario que "sí o sí" esté la primera fase del nuevo plan en agosto.
Para llevar a cabo estos servicios mientras se negocia de forma adecuada un nuevo plan, las compañías se ofrecen a dar "continuidad a las explotaciones" con reestructuraciones que sean necesarias para que las líneas sean menos deficitarias como, por ejemplo, distribuirse por días para ir a determinados sitios en vez de tener que ir todas las jornadas, poder usar microbuses para algunos trayectos. Si aún así se sigue con pérdidas, piden que haya compensaciones por parte de la Xunta.
Asimismo, recuerdan estas federaciones que esta situación viene de un plan de modernización de 2009 con el PP ya en la Xunta para la prórroga de las concesiones de transporte público durante una década, el cual buscaba "compensar" las inversiones de más de 100 millones para la modernización del sector. Pero esto "se vio truncado" por una sentencia del Tribunal Supremo de 2016 que anuló ese plan.
Posteriormente, García remarca que las compañías que estaban realizando líneas transporte en el rural "decidieron no acudir a la invitación que hizo la Xunta" para continuar con los servicios, dado que eran deficitarios.
"Nosotros no renunciamos nunca a prestar servicio de transporte y no renunciamos a cumplir con nuestras concesiones, simplemente dejamos de hacer aquellas que estaban caducadas y son muy deficitarias", aclara Carlos García.
PROBLEMAS EN TRANSPORTE ESCOLAR
También alertan estas federaciones de la desaparición del transporte escolar "como se conocía hasta ahora", pues augura que este plan provocará diversas incidencias para los menores.
Aurelio Cuíña ha recordado que llevar escolares en autobuses de líneas regulares ya se hizo hace 20 años, y "la propia" Xunta "acabó con él porque no funcionaba", pues "los niños se tenían que adaptar a las líneas regulares, a sus paradas, a sus horarios".
En cambio, recuerda que el Tes + Bus lleva diez años funcionando y apuesta por que se incida en este modelo, pero "no cambiar el sistema totalmente" para "pasar a los chavales a un modelo (de línea) regular".
A modo de ejemplo, se preguntan qué pasará con un niño que llegue a su parada en la que no esté el progenitor, pues el autobús deberá continuar su viaje para llegar en hora.
COMPETENCIA
Preguntado sobre la investigación abierta por la Comisión Galega da Competencia acerca de las renuncias de empresas de líneas de bus, el representante de Transgacar ha afirmado que las compañías "no tienen la más mínima preocupación" porque fueron "escrupulosos" con la ley.
A renglón seguido, Carlos García ha sostenido que "la ley contempla el derecho" a dejar de prestar el servicio, mientras que "no tienen obligación legal" de realizarlo.
"No sabíamos que la Consellería manejaba esto de otorgarle por adjudicación directa todo a una multinacional sola, porque sino le hubiésemos dicho a Competencia, por cierto, mira a ver si eso puede ser una práctica restrictiva de la competencia", apostilla.
Aquí se pregunta Carlos García "qué beneficio tiene Galicia" con que una multinacional se lleve todas las líneas y se acabe con el trabajo del "cien por cien" de las empresas de la provincia de Ourense, el 80 por ciento de Lugo, así como parte de Pontevedra y A Coruña.
Finalmente, han explicado que el sector del transporte está convocado el próximo viernes por la mañana a una reunión en Santiago con sindicatos y la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez.