Pedro Sánchez pasó por Viladecans, "el feudo" de su jefe de campaña en Catalunya Carlos Ruiz, para intervenir en un acto preparado por la plataforma que le da apoyo. Lo hizo ante unas 400 personas del Baix Llobregat. ¿Todos socialistas? Ha sido su cierre de campaña en Catalunya y, para demostrar que el Baix Llobregat apuesta por él, quiere decir que la ejecutiva del PSC está con él.
Sánchez se presenta como el salvador de la izquierda, de su partido y del mundo mundial. Si no gana, el PSOE está muerto, porque lo dice él. Se olvida de que el partido socialista ya existía muchos años antes de que él naciera.
Su planteamiento de yo o la nada sigue siendo una de sus bazas para conquistar a los militantes con derecho a voto que le quieran oír. Está contra el aparato de su partido, cuando él ha formado parte del mismo pero, ya se sabe, cuando hay tanto en juego, el fin justifica los medios.
Pedro Sánchez, en su intervención ha dicho que "España es líder en corrupción; aquí en Catalunya está la madre superiora; y en Madrid, Ignacio González", pero se ha olvidado que en Viladecans entró la Guardia Civil en el ayuntamiento por el caso Inipro y que ese ayuntamiento que preside su amigo, Carlos Ruiz, está siendo investigado. Que Florentino Pérez, miembro de esa derecha que él tanto critica es el rey del mambo en esta ciudad y que la empresa Proinosa, investigada en el caso Pretoria, ha construido mucho en Viladecans y ha servido también de empresa de colocación. Se podría seguir hablando de la actuaciones de Carlos Ruiz, pero lo dejamos aquí, de momento.
"Decían los medios que la dirección del Baix Llobregat estaba con Susana, pues Pedro, el Baix Llobregat está aquí, en esta sala, aquí está toda la comarca", decía Carlos Ruiz en su intervención. Si 400 personas son todo el Baix Llobregat, mal lo tienen los socialistas. Hay que recordarle que Susana Díaz estuvo en Cornellá la semana pasada y también había socialistas.
Como se ha podido comprobar por las palabras del alcalde, la ejecutiva del PSC es tan neutral como el propio alcalde de Viladecans.
Menos mal que ya queda poco para que los militantes al "corriente de pago" puedan depositar su voto en las urnas y este capítulo del PSOE habrá terminado, pero no los problemas en el partido ya que nada será igual después del día 21. La división, el enfrentamiento y la posibilidad de la ruptura están ahí. ¿Será posible coser los rotos? Está por ver…