La Federación de Asociacións Veciñais de Vigo Eduardo Chao (Favec) ha pedido más medios e implicación por parte de la Xunta y del Ayuntamiento olívico ante los casos desahucios, y en concreto ante el inminente desalojo de una pareja con tres hijos menores de edad --de 15, 12 y 10 años--, que actualmente están tutelados por la Xunta por su situación de vulnerabilidad.


En declaraciones a los medios tras el juicio de desahucio de esta familia, celebrado en la mañana de este lunes en el Juzgado de Primera Instancia número 14 de Vigo, la presidenta de la Favec, María Pérez, ha vuelto a solicitar que el Ayuntamiento se adhiera de forma "urgente" al 'Programa de Vivendas Baleiras' de la Xunta, ya que "es bueno para familias y propietarios; es bueno para todos".


En relación a ello, ha insistido en que hay viviendas que se podrían a poner a disposición de las personas sin recursos. "Tienen que implicarse las administraciones", ha remarcado, antes de reclamar también que "se agilicen las ayudas" y que "urgentemente" se dote de personal a los servicios sociales de ambas instituciones, ya que "hay saturación".


UNA DEUDA DE 2.400 EUROS DE ALQUILER


Respecto a la familia enjuiciada este lunes, cuyo desahucio está fechado para el próximo 25 de mayo, Pérez ha explicado que en la vista no hubo acuerdo entre las partes, por lo que ahora tiene que esperar a que se notifique la sentencia para, a continuación, acreditar su situación de vulnerabilidad y justificar que ha pedido la Risga.


Con ello, el objetivo es que se le de un nuevo plazo para pagar --actualmente la familia acumula una deuda de 2.400 euros, equivalente a ocho meses de alquiler-- o para buscar una nueva vivienda. Entre tanto, Pérez ha avanzado que contactarán con los servicios sociales de la Xunta y el Ayuntamiento para que la familia sea realojada.


"Lo que necesitan es el bono de alquiler para poder empezar de nuevo y trabajo para poder hacer frente a la situación", ha recalcado la presidenta de la Favec, que ha manifestado que la familia ya estuvo cobrando la Risga pero se la quitaron cuando el padre encontró un trabajo de dos horas al día, en el que estuvo entre dos y tres meses.

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