La Xunta calculará del promedio de tiempo que lleva a los funcionarios realizar sus tareas en el marco del análisis de la carga de trabajo de todas las áreas de la Administración gallega. Así, busca "reordenar" su plantilla en función de las necesidades que se detecten y corregir "desajustes".
En la comisión Institucional, la directora xeral de Avaliación e Reforma Administrativa, Natalia Prieto, ha garantizado que "es un método que se puede implantar" en "un corto plazo de tiempo", pues "no es imposible".
El estudio piloto de este análisis comenzó hace un par de semanas en el departamento de Vicepresidencia --impulsor del proyecto-- y se desarrollará durante tres meses con el objetivo de extenderse al resto de la Administración gallega con un "método testado". Todo ello para una "mejor redistribución y reordenación de los efectivos" en función del déficit o exceso detectado en cada unidad.
En concreto, este análisis se hará en "este primer momento" en la Administración Xeral de la Xunta y sus 16.000 empleados, de forma que se deja fuera a los trabajadores de educación, sanidad y justicia, mientras que tampoco están incluidas las agencias públicas.
En este sentido, Prieto deja claro que "no se trata de una evaluación individual de los empleados públicos", sino que se persigue "analizar las tipologías de puestos" y "optimizar las unidades administrativas".
A la hora de medir el promedio de cada tarea se opta por un método basado "en la experiencia", en el que funcionarios con bagaje en su puesto determinarán los tiempo mínimos, medios y máximos para desempeñar cada una de las funciones. Aquí se descarta cronometrar las tareas, porque sería una medida "extraordinariamente laboriosa".
BENEFICIOS Y CORRECCIÓN DE DESAJUSTES
Entre los "beneficios" que supondrá esta medida, la directora xeral de Avaliación e Reforma Administrativa ha identificado acortar los tiempos que los ciudadanos deben esperar por procedimientos, a la vez que se "evitará tener que recurrir a contrataciones externas" debido a "acumulación de tareas", por lo que también "se reducirá el gasto público". Además, se pretende no tener personal "infrautilizado" y "desmotivado".
Sobre los "desajustes", Prieto apunta que se deben a diversos factores como un incremento de cargas de trabajo en determinadas épocas del año, la "rigidez" de plantillas, así como sistemas "fuertemente centralizados" para la cobertura de unidades con una demanda puntual de trabajo.
Para ello, se trabajará en pro de disponer de cuadros de personas debidamente dimensionados, "con la carga de trabajo adecuada", lo cual se analizará por auditores de la propia Xunta y sin coste económico.
SOSPECHAS DE LA OPOSICIÓN DE RECORTES
Por su parte, los grupos de la oposición han mostrado sus recelos sobre la efectividad de este proyecto. Al respecto, Montse Prado (BNG) ha cuestionado si este análisis solo es una excusa para llevar a cabo "recortes en personal".
Montse Prado se ha preguntado si el PP "ya tiene tomada una decisión" sobre esos recortes, de forma que no se use este análisis para hacer una evaluación, "sino para justificar las decisiones tomadas".
También ha criticado la nacionalista que la Xunta comience por Vicepresidencia en vez de hacerlo en departamentos que "llevan años con problemas", como los trabajadores de Benestar que denuncian grandes cargas de trabajo, al tiempo que "preocupa" que se actúe con tanto retraso.
Por su parte, Carmen Santos (En Marea) ha reclamado "reponer el personal que falta", tras una "merma de más de 9.000 funcionarios" en las dos últimas legislaturas.
Tras subrayar que la Xunta admite "desajustes" y "desigualdades" entre diferentes unidades, la diputada de En Marea ha pedido que se "hable menos" de optimización y más de principios de bien común e interés general.
Entre otras propuestas, Santos aboga por "acabar con la inflación" de puestos de trabajo designados por cargos políticos, fomentar una nueva cultura basada en "el compañerismo" y no en la competitividad, así como que los trabajadores puedan elegir ir "donde crean que van a ser más útiles".
En esta línea, Juan Díaz Villoslada (PSdeG) ha dicho que "llama la atención" que no se vaya a hacer un análisis del aparato instrumental de la Xunta, en particular de las agencias públicas, y que "no se tengan en cuenta" las recomendaciones del Consello de Contas.
Villoslada ha reflexionado también sobre cómo desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Xunta hubo un "deterioro extraordinario" del servicio público autonómico, con altas tasas de temporalidad y reducción de retribuciones, que "son absolutamente desmotivadoras" para los trabajadores.
En contraposición, Paula Prado (PPdeG) ha felicitado a la Xunta por esta propuesta, a la vez que ha animado a seguir en este trabajo "que puede ser más invisible, pero no por eso menos necesario".