Esta es la a historia del ciudadano alemán Cem Fertig que tuvo que luchar 18 años para subsanar un error informático que le negaba la nacionalidad germana. 18 años de una odisea, entre la burocracia turca y teutona, que empezó en el año 1992 y finalizó en el año 2010.
De padre turco y de madre alemana, ser navegante entre dos culturas nunca había sido un problema para Cem Fertig. Llegó el verano de 1992 e intentaba emanciparse a sus 21 años de sus progenitores para compartir piso con su novia. Este simple trámite administrativo era cuestión de minutos, con presentar el DNI que lo acreditaba como alemán no había problema alguno. Pero ahí empezó el calvario ante la oficina de empadronamiento del Ayuntamiento de Bremen.
Hasta ese momento Cem estaba convencido que era ciudadano alemán pero el ordenador municipal le decía que ni lo sueñe. Por lo tanto, Cem se convirtió de la noche a la mañana en apátrida, en un ciudadano de tercera clase, en un sospechoso de querer aprovecharse del sistema de bienestar social. Esto tuvo consecuencias negativas en su existencia personal y laboral. Todos los años le tocaba, por ser apátrida, renovar su permiso de residencia (a veces cada tres o seis meses). Cuando una vez el personal laboral municipal fue durante tres días a la huelga, la empresa que le había contratado lo tuvo que mantener forzosamente en “negro” dado que no se pudo actualizar el permiso oportuno. Otras empresas ni siquiera se atrevían a contratarlo ante el miedo de las fuertes multas de la inspección de trabajo. Era la pescadilla que se mordía la cola, sin pasaporte no hay permiso de trabajo, sin permiso de trabajo no hay pasaporte, Absurdistán total.
A pesar de todo, las autoridades alemanes intentaron buscar soluciones. La única solución que contemplaban, era intentarlo por la vía turca. Cem, que no tenía ni la más mínima idea del idioma turco y nunca había residido en el país de su padre, tuvo que ir a regañadientes al consulado turco de Bremen y solicitar la nacionalidad otomana. Al lograrla en el año 2000, después de 8 años de lucha con las autoridades de Ankara (esa es otra historia), tenía que esperar más de diez años, según legislación germana, para luego renunciar a la nacionalidad turca. Por fin en el año 2010, previo pago de 125 euros, y de prometer y jurar fidelidad y lealtad a la República Federal Alemana, se renacionaliza otra vez como ciudadano alemán.
“Plötzlich Türke” fue editado por Books on demand. La historia de Cem Fertig fue llevada al cine y será emitida en televisión por el canal público NDR el 16 de noviembre de 2016.