El precio del mercado mayorista eléctrico -el denominado 'pool'- se incrementaría en unos 37 euros por megavatio hora (MWh) en un escenario de apagón nuclear en España, según los datos del informe 'Decálogo de la energía nuclear: situación actual y perspectivas a futuro' hecho público recientemente por la consultora PwC.

Según el estudio, los ciclos combinados deberían suplir prácticamente toda la pérdida de generación del apagón nuclear, lo que implicaría un impacto en la soberanía energética, dado que supondrá un aumento de la dependencia de las importaciones de gas natural, de las emisiones y del precio de la electricidad, "situando a España a niveles incluso superiores a los de Alemania tras su cierre nuclear".

En concreto, PwC estima que, sin el parque nuclear y los 7.400 megavatios (MW) estables de los siete reactores operativos en España, la factura eléctrica aumentaría en un 23% para el sector doméstico y la pequeña y mediana empresa y en un 35% para la industria.

Así, el informe destaca que el precio del mercado eléctrico se vería incrementado en ese supuesto en casi 37 euros/MWh, dado que la producción de todas estas centrales nucleares tendría que ser sustituida por tecnologías de coste variable muy superior, como son las plantas de ciclo combinado de gas natural.

Este notable aumento del precio de cada megavatio hora generado, que elevaría la cifra desde los 62,9 euros/MWh realmente registrados de media durante el ejercicio 2024 hasta los 99,7 euros/MWh (+58%), se traduciría en ese incremento del recibo eléctrico de un 23% para el sector doméstico y la pequeña y mediana empresa y de un 35% para la industria.

UN AHORRO DE CASI 8.000 MILLONES ANUALES EN LA FACTURA.
En este sentido, la consultora estima que la energía nuclear supone un ahorro en la factura anual que pagan los consumidores de casi 8.000 millones de euros.

Asimismo, PwC subraya que, incluso en el hipotético caso de que se llegaran a cumplir los ambiciosos objetivos planteados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Gobierno para el año 2030, el cierre nuclear representaría un aumento del precio de la electricidad a futuro de 13 euros/MWh, además de sextuplicarse las emisiones de CO2 y el consumo de gas natural, poniendo en riesgo el cumplimiento de los objetivos climáticos y mermando la soberanía energética del país, que incrementará sus importaciones de electricidad en un 58%.

El debate sobre la necesidad de modificar el calendario de cierre nuclear acordado en 2019 por las empresas propietarias, previsto de manera escalonada entre los años 2027 y 2035 se ha vuelto a reabrir.

De hecho, hace unas semanas, Iberdrola y Endesa, en las figuras de sus primeros ejecutivos, Ignacio Sánchez Galán y José Bogas, mostraron abiertamente su deseo de analizar y discutir una revisión del calendario de cierre en el país para esta tecnología, poniendo también sobre la mesa las cargas fiscales que soportan las plantas y que, según las compañías, hace inviable su rentabilidad futura.

El calendario actual de cierre del parque nuclear arrancaría, de no mediar ningún cambio, en 2027, con el primero de los reactores de la central de Almaraz.

Al hilo de esta posibilidad están surgiendo numerosas voces en los ámbitos económico, político y social, como la plataforma Sí a Almaraz, sí al Futuro, que abogan por la continuidad del parque nuclear español, poniendo de manifiesto su contribución a la garantía de suministro, estabilidad del sistema, contención de los precios, independencia energética, menor impacto ambiental y desarrollo socioeconómico de todas y cada una de las comarcas donde estas instalaciones de generación de energía eléctrica se ubican.

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