Residencia de la Xunta en Carranza, Ferrol, en una foto de Google


Los trabajadores de la residencia pública de mayores situada en el barrio ferrolano de Caranza, cuya gestión es competencia de la Consellería de Política Social, han acusado a la dirección de "maltrato" hacia los trabajadores y han reclamado con una concentración el cese de la actual directora.

La protesta ha sido convocada por el comité de empresa, del que forman parte cinco organizaciones sindicales, y cuya presidenta, Mar Peteira, ha sostenido que, desde que está la nueva dirección, el personal de este centro "se siente maltratado".

La presidenta del Comité ha explicado que los trabajadores pidieron una reunión con la dirección pero que fue "imposible llegar a ningún acuerdo" porque "la táctica de esta dirección es culpar de todo a los demás".

Así, la representante de la CIG ha explicado que la directora asegura que "no es responsable de nada" y que "todo es responsabilidad de los cargos intermedios o de los propios trabajadores".

Además, ha censurado que "se empezó con faltas de respeto al personal, menospreciando, gritando o llamando la atención ante el resto de trabajadores y usuarios".

CONDICIONES LABORALES 
Entre las reclamaciones, además, ha explicado que está el hecho de que hay personas que, por su elevada edad, reclaman un puesto de trabajo adaptado al no ser "capaz de hacer su trabajo". Ante ello, explica que la mutua adapta el trabajo pero que la Xunta no contrata a nadie de apoyo, con lo que se "sobrecarga de trabajo al resto de compañeros".

A ello, según ha indicado, se suma que "hay en muchas categorías en las que ya no hay lista de contratación, porque la gente no quiere ir a trabajar" y que incluso, "habiendo lista, hay gente que renuncia a ir a trabajar a este centro, porque las condiciones no son las óptimas, porque de lo contrario si vendría".

En este contexto, explica que "no se pueden dar los días, no se pueden dar las vacaciones" o llaman a los trabajadores cunado "están librando para que vayan a cubrir las ausencias", lo que lleva a que "la gente cada vez esté más agotada, por trabajan en condiciones penosas".

En cuanto a las instalaciones, Mar Peteira ha detallado que este edificio fue objeto "hace muy poco tiempo de una remodelación" por lo que no entienden por qué "hay continuamente filtración de agua", lo que motiva "tener que andar con calderos por el edificio para recoger el agua que cae, rompen las tuberías", ya que a su entender "las condiciones no son buenas", luego de "gastar un montón de dinero".

Según la representante del comité de empresa de esta residencia de mayores la situación actual también afecta a los usuarios al asegurar que hay gente que está en casa "porque ya no es capaz de ir a trabajar", algo que a su entender "a los usuarios, naturalmente, les repercute". A día de hoy en esta residencia situada en Ferrol hay alrededor de 100 trabajadores, ofreciendo unas 140 plazas.

 

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