Unións Agrarias insiste en exigir la Consellería do Medio Rural y Augas de Galicia una revisión "exhaustiva" y "rigurosa" de las zonas vulnerables a nitratos (ZVN) en Galicia, de forma que se controle si los niveles de contaminación detectados en las estaciones de medición responden efectivamente a la actividad agrícola o a otras fuentes.
Uniones Agrarias recuerda que la directiva europea y el decreto de transposición establecen la necesidad de determinar el origen agrario de la contaminación por nitratos antes de declarar una zona como vulnerable. Sin embargo, advierte de que si bien la Confederación Hidrográfica Miño-Sil ya realizó un análisis técnico de este tipo, "eliminando estaciones de medición con datos no fiables o influenciados por contaminación no agraria", "no consta que Augas de Galicia, en las cuencas hidrográficas de su competencia, hiciera un trabajo similar antes de pasar los datos de las estaciones a la Consellería de Medio Rural".
La declaración no puede basarse en datos sin depurar ni sin un análisis que discrimine claramente el origen de la contaminación, sostiene, según dictamen de la Comisión origen de todo este procedimiento.
Para Unións "es evidente que hay zonas donde la agricultura y la ganadería no tiene posibilidad de causar los problemas detectados, como en el caso de Nigrán, Baiona y Gondomar". "También parece evidente que en el caso de Vilanova, Cambados, Meis y Ribadulla no existe apenas carga ganadera, y la actividad de producción de vino, que no es intensiva en fertilizante, no parece dar cuenta de los altos valores detectados", sostiene, por lo que es "más lógico buscar el origen en nitratos procedentes de origen extra agrario o aguas residuales urbanas, especialmente en unas zonas con gran flutuación de población flotante durante los meses de verano".
"Lo mismo se puede afirmar de zonas propuestas en la provincia de A Coruña, donde coinciden bajas cargas ganaderas o actividad agraria, con altos niveles de población o actividad industrial. Al mismo tiempo, puntos de control claramente sesgados por su localización y que en modo alguno reflejarían los valores medios de las calidades del agua de las zonas de estudio. Pero todos estas evidencias, solo se pueden hacer valer ante la Comisión Europea si hay un estudio riguroso por parte del organismo competente, que dictamine técnicamente y se incorpore al expediente en curso", relata.