Restos de ADN incriminan al procesado, que alega que se fue a casa tras tener una pelea con la víctima en otro pub
El hombre acusado de intentar matar a otro varón de un machetazo en la cabeza en una discoteca de Ourense ha asegurado que, en el momento de la agresión, se encontraba en su piso, al que había regresado después de mantener una discusión con la víctima que derivó en pelea y que tuvo lugar minutos antes de los hechos por los que se enfrenta a una pena de 10 años de cárcel.
Así lo ha sostenido el procesado, G.E.C.V., durante el juicio celebrado en la mañana de este jueves en la Audiencia Provincial de Ourense por lo ocurridos en la madrugada del 5 de marzo de 2023 en la discoteca Luxus de la capital ourensana.
Acusado de homicidio en grado de tentativa por el que Fiscalía solicita 10 años de cárcel, el acusado, de origen dominicano y que se encuentra en situación irregular en España, ha negado ser el autor del golpe cometido con un machete de 45 centímetros en la cabeza de la víctima, con el que sí ha reconocido que tuvo una pelea antes en otro local de ocio nocturno, derivada de la mala relación que mantenían ambos desde hacía un tiempo.
La declaración del procesado, en prisión preventiva desde hace dos años, ha cerrado la ronda de testimonios del juicio, donde su defensa ha tratado de argumentar que, en primer lugar, no existen pruebas que sitúen a su cliente en la discoteca Luxus más allá del testimonio del agredido, ni tampoco hay huellas ni ADN en el machete de 45 centímetros con el que supuestamente se propinó el golpe en la cabeza de la víctima. Además, sostiene que padece un trastorno psiquiátrico y que durante aquella madrugada había consumido alcohol y pastillas de éxtasis.
Para la Fiscalía, la rápida identificación que hizo la víctima de su supuesto agresor, unida a que fueron localizados restos de ADN de ambos en la cazadora que llevaba el procesado la noche de los hechos, sitúa a G.E.C.V. como "claro" autor de un ataque perpetrado "por la espalda" y con el "claro ánimo" de "acabar con su vida", con lo que considera acreditado que se produjo la alevosía necesaria para que el supuesto penal tenga la consideración de intento de homicidio.
ATAQUE POR LA ESPALDA
En su declaración, la víctima señaló que el acusado es "un conocido del barrio" con el que mantenía una mala relación derivada de "un problema" que había tenido con un amigo suyo. La noche del 5 de marzo se encontraron en el pub Symbol, donde mantuvieron una discusión que terminó en pelea, que ambos implicados han reconocido durante el juicio y de la que se han responsabilizado mutuamente.
Las versiones difieren en lo que ocurrió en la discoteca Luxus. Mientras que el acusado sostiene que se fue a casa tras la pelea, la víctima afirma que se encontraba en la discoteca junto a un amigo cuando, cuando estaban cerca de la barra, recibió un ataque por la espalda con un objeto que le impactó en la cabeza.
Reaccionó, según ha expuesto ante el tribunal, dándose la vuelta para enfrentarse a quien lo acababa de agredir. Reconoció así al acusado, con el que, tras lanzarle el vaso que tenía en la mano, inició un forcejeo en el que echó las manos al objeto que supuestamente le había golpeado en la cabeza: un machete de 45 centímetros de largo.
Una vez fuera del local, el presunto agresor se escapó corriendo y la víctima permaneció en la entrada de la discoteca, donde fue atendido por una ambulancia de las heridas que presentaba en la cabeza. Sostiene que el machete le fue arrebatado por una tercera persona que no logró identificar, como sí lo hizo con su agresor al que dio nombre, dirección e, incluso, perfil en redes sociales a los agentes que se personaron en el lugar.
DETIENEN AL COMPAÑERO DE PISO DEL ACUSADO
Por la vista judicial han pasado ocho agentes de policía que participaron en el dispositivo articulado a raíz de los hechos, pero no testigos oculares que presenciaran ninguna de las dos reyertas. Tras recibir la denuncia, una patrulla se desplazó a la zona del Jardín del Posío, donde la víctima había señalado que vivía el supuesto agresor.
Con la descripción aportada por éste (varón de piel negra, gorra y cazadora) identificaron a un viandante que portaba un machete escondido dentro de una chaqueta manchada de sangre. Tras resistirse en un primer momento a la detención, este hombre finalmente indicó a los agentes que estos objetos eran de su compañero de piso, al que encontraron en el domicilio que compartían, donde fue arrestado.
Los profesionales médicos que han comparecido en el juicio han negado que pueda acreditarse que el acusado padezca algún trastorno psiquiátrico que afecte a su capacidad volitiva. Tampoco que el consumo de drogas afecte a su competencias para discernir el bien del mal.
En cuanto a las heridas sufridas por el agredido, los profesionales sanitarios que lo atendieron han trasladado que fue un "golpe intenso" propinado por la espalda que provocó una fractura craneal "en una persona joven" que "por suerte" no afectó a la masa cerebral, algo que podría haber puesto en riesgo en su vida. En todo caso, han subrayado que no hubo "riesgo vital" y que él mismo pidió el alta voluntaria para no quedar ingresado.
VERSIÓN DEL ACUSADO
En su turno, el acusado, que declinó responder a las preguntas del Ministerio Público y se limitó a hacerlo a las de su abogado, se situó en su casa en el momento de la agresión de la discoteca Luxus, a la que, según ha incidido, no llegó a ir esa noche.
Sostiene que aquella madrugada, en la que reconoció haber consumido alcohol y pastillas, mantuvo una pelea con la víctima en el pub Symbol cuando éste le atacó con un "golpe en el cuello". Afirma que, acto seguido, salió corriendo y se fue a su piso, que no abandonó hasta que se personó la policía para proceder a su detención.
ASESINATO PARA LA ACUSACIÓN PÚBLICA
Fiscalía mantiene que G.E.C.V. debe ser condenado a una pena de 10 años de cárcel (además de una orden de alejamiento y la expulsión de España con prohibición de regreso durante 10 años una vez se le conceda la libertad condicional) ve acreditado tanto la autoría de los hechos como que éstos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa.
Para lo primero, la fiscal ha expuesto en sus conclusiones finales que "desde el primer momento" el agredido aportó el nombre y datos sobre el procesado y que el ADN de ambos fue localizado en el plumífero que llevaba el último durante lo ocurrido.
En cuanto a la calificación de los hechos, mantiene que tanto el objeto elegido (un machete de 45 centímetros) como la forma en la que se produjo el ataque (por la espalda) evidencian el ánimo de acabar con la vida del agredido. Además, mantiene que "no hay ninguna evidencia" de que el procesado sufra trastornos psiquiátricos o que, aquella noche, presentase un estado de embriaguez que anulase su capacidad volitiva.
Por su parte, la defensa ha puesto el foco en que no existen restos de ADN en el arma agresora y que existen "muchos motivos para poner en duda el testimonio" de la víctima a la hora de identificar al autor del ataque.
Así, el abogado defensor ha desviado la responabilidad al compañero de piso de su cliente, sin acusarlo directamente. Este varón, también de piel negra y de complexión similar a su defendido, se encuentra "en paradero desconocido" y ofreció "resistencia" a los agentes cuando fue identificado por calle, momento en el que "le echó la culpa" al procesado cuando lo soprendieron con su chaqueta y el machete escondido en ella, como ha señalado el letrado.
Además, ha incidido en que "sólo" se produjo un golpe y que la víctima tuvo capacidad para defenderse, lo que lo ha llevado a argumentar que la jurisprudencia del Tribunal Supremo no considera suficiente el hecho de que un ataque sea "sorpresivo" para acreditar alevosía en el mismo. El juicio ha quedado visto para sentencia.
jueves, 6 de marzo de 2025, 13:34