La solicitud presentada por Eva Cárdenas, propietaria del chalé y pareja del expresidente de la Xunta y actual líder del PP en España, pretende extender hasta 2037 el derecho a un acceso privado a la playa O Con de Moaña. Con el deslinde efectuado en 2007 como argumento, la empresa busca consolidar su uso exclusivo durante 30 años, pese a que la zona es, por naturaleza, patrimonio de todos.
El Concello de Moaña, encabezado por la alcaldesa Leticia Santos (BNG), ha formalizado alegaciones para que el Servicio Provincial de Costas rechace la concesión. Según adelanta Faro, las autoridades locales, la única vía de acceso a la playa se encuentra obstruida por un muro deteriorado que separa el terreno público del inmueble. Para ellos, es imprescindible que el Estado recupere la posesión de este espacio y repare la estructura que impide el libre acceso, sobre todo en un contexto en el que la seguridad y la accesibilidad resultan fundamentales para los vecinos.
Tensión y Seguridad en el Acceso a la Playa
El ayuntamiento argumenta que el muro de la finca impide el acceso público y complica las operaciones de rescate, especialmente con marea alta, ya que solo se puede acceder por mar en esa zona. Además, el mirador O Fiunchal, colindante, tiene un muro de contención en riesgo de colapso, y el Concello insiste en la necesidad de priorizar la seguridad y el uso público.
Tras la solicitud de legalización por parte de la propietaria, Costas abrió un expediente para determinar los derechos sobre esos 210 metros cuadrados, sometiéndose a exposición pública durante 20 días hábiles. Durante este período, ciudadanos y grupos interesados pueden presentar alegaciones que, según el Ayuntamiento, permitirán esclarecer si se debe mantener o no el acceso particular a la playa. En declaraciones recientes, vecinos y funcionarios han subrayado la urgencia de intervenir en el muro, que muestra claros signos de deterioro y amenaza con desplomarse. Es más, hace tiempo que la Administración colocó un cartel y una baliza advirtiendo a los paseantes que no pueden adentrarse en este tramo del arenal, ante el riesgo de caída de cascotes del muro del mirador que está pegado al muro de la casa de Cárdenas.
El Consistorio está gestionando reuniones con Costas para insistir en la recuperación integral del terreno, lo que incluiría la unión del área en disputa con el deteriorado mirador adyacente, actualmente cerrado por motivos de seguridad.
Ofensiva socialista contra la casa de la pareja de Feijóo
Mientras el Gobierno central y el Servicio de Costas evalúan el expediente, la controversia ha encendido el debate entre fuerzas políticas. Por un lado, el PP defiende que la solicitud de Eva Cárdenas es "normal" y se ampara en la normativa vigente, pues la ley de Costas permite concesiones de hasta 30 años para usos preexistentes.
Por otro lado, el PSdeG ha anunciado que presentará alegaciones contra la concesión. Su portavoz, Julio Torrado, critica que “un recurso que afecta al bien común se esté utilizando para favorecer intereses particulares”. Para los socialistas, privatizar un acceso a la playa es un ejemplo claro de privilegio, especialmente en una comunidad donde muchos ciudadanos luchan por derechos básicos, como el acceso a la vivienda.
En la villa, varios vecinos han manifestado su preocupación por lo que denominan la privatización de un espacio público. Algunos residentes recuerdan con nostalgia el uso compartido del arenal y critican la reforma –ejecutada muchos años antes de que Cárdenas comprase la finca– que permitió, en la práctica, cerrar el acceso mediante un muro que, según afirman, favorece únicamente a los propietarios del chalé.
¿Porqué es irregular parte de la finca de Eva Cárdenas?
La playa de O Con tiene 300 metros de largo y es urbana. Cárdenas compró una propiedad a pie de playa en 2019 y la renovó, pero el Ministerio para la Transición Ecológica inició un expediente en noviembre de 2024 para recuperar la franja, publicada en información pública el 11 de febrero de 2025.
El Dominio Público Marítimo Terrestre, según la Ley de Costas, es la zona costera que se extiende desde el límite de la pleamar hasta 200 metros tierra adentro, y su uso está reservado para el público, requiriendo concesiones específicas para cualquier uso privado.
Eva Cardenas solicitó una concesión para seguir utilizando una franja de DPMT como acceso privado a la playa hasta 2037. Esta finca, una casona de piedra de 150 metros cuadrados sobre una parcela de 700 metros, incluye un jardín y acceso directo al mar.