Salón del Automóvil de Vigo en 2024


La industria automovilística gallega ve con "preocupación" los aranceles al sector que ha anunciado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debido a la "afectación relevante" que podrían tener para las empresas.

Así lo ha señalado el secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime), Enrique Mallón, quien ha apuntado que la automoción sería uno de los sectores más afectados de llegar a entrar en vigor esta medida estadounidense.

A su juicio, el impacto de los aranceles no solo afectaría al fabricante Stellantis, que probablemente vería reducida la venta de vehículos producidos en Galicia, sino que también perjudicaría a toda la cadena de valor, ya que los proveedores exportan sus productos a distintos países, incluyendo Estados Unidos.

Mallón también se ha referido a otras industrias gallegas que se verán afectadas por esta medida, como aquellas dedicadas al acero o al aluminio, con un efecto "muy negativo" para la Comunidad y para España en general, además de para el país americano.

Desde Asime calculan que unas 250 empresas gallegas exportan hacia Estados Unidos, por lo que quieren ser "optimistas" y esperan que no entren en vigor los aranceles ya que "no tendrían beneficios para nadie". "No creemos que finalmente se lleven a cabo y vamos a confiar en el diálogo entre la Unión Europea y la Administración Trump", ha sentenciado.

Por su parte, fuentes de Stellantis Vigo consultadas por Europa Press han rehusado hacer valoraciones sobre los aranceles, alegando que "desde la planta olívica no se exportan vehículos a Estados Unidos". Pese a esto, han reconocido que varias fábricas del grupo en México sí envían modelos al país norteamericano.

En concreto, un análisis publicado por la calificadora Scope Ratings asegura que Stellantis y el grupo Volkswagen serán los fabricantes de vehículos que más afectados se verían por los aranceles propuestos por Trump a vehículos de países como México, Canadá o China, siendo el grupo franco-italiano-estadounidense el más expuesto, con un 46% de sus ventas en el mercado de Estados Unidos.

"TRANQUILOS"
A su vez, sindicados de la factoría viguesa del grupo automovilístico también han reconocido estar "tranquilos" ya que, a su juicio, la exportación a Estados Unidos de los coches producidos en Vigo es "residual".

Sin embargo, desde Comisiones Obreras (CC.OO.), Daniel Costas ha dicho que los aranceles propuestos por Trump podrían encarecer materias primas necesarias para los vehículos, lo que a su vez podría conllevar a una subida de precios de los coches, que acabaría pagando el consumidor.

"Algún vehículo se exporta a Estados Unidos (desde Vigo), pero no la mayoría, pero sí mucho material viene de allí", ha indicado, explicando que Europa subiría los aranceles de productos de Estados Unidos para contrarrestar y esto encarecería materiales.

Desde UGT, Aser Sanz ha hablado en la misma línea, indicando que Stellantis Vigo "fundamentalmente" exporta sus modelos a Europa, por lo que la afectación de los aranceles de Trump "no debería ser muy grande".

Eso sí, tras reconocer que "no hay temor", sí ha apostillado, en declaraciones a Europa Press, que una futura recesión económica en países europeos por culpa de estas medidas podría repercutir en los ciudadanos y en la planta olívica "a largo plazo".

No obstante, Vitor Mariño, de la CUT, ve "positivo" los aranceles anunciados por Trump, recordando que el propio grupo Stellantis solicitó en su día medidas similares a coches importados desde China.

Mariño ha dicho que otras factorías del consorcio se verán afectadas, lo que a su vez impactará en el resultado financiero global del grupo.

 

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