Un hombre acusado de un delito de agresión sexual y que ha sido juzgado este miércoles en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en Vigo, ha negado los hechos durante su declaración ante el tribunal: "Yo no la toqué".

El acusado, que se enfrenta a una petición de 9 años de prisión por parte de la Fiscalía, ha relatado que el 7 de septiembre de 2022 pasó el día con un matrimonio de compatriotas peruanos, vecinos de Santiago, y que habían ido a Vigo a conocer las islas Cíes, y a pasar la noche a su casa.

Según su testimonio, de regreso al domicilio de él, siguieron bebiendo, hasta que la pareja se retiró a descansar a la habitación de su madre. El acusado asegura que salió a la calle "a seguir bebiendo" y que, al regresar, se encontró con sus amigos en su cama, y no en la de su madre, por lo que se puso a dormir en un sillón en la misma habitación.

Ante el tribunal ha asegurado que, lo siguiente que recuerda, es que se despertó con los golpes que le propinaba su amigo con un hierro, recriminándole que había intentado violar a su mujer. "Yo no la toqué", ha afirmado, y ha negado también que le hubiera introducido los dedos en la vagina, como sostiene la víctima.

"ME DESPERTÉ POR EL DOLOR"
Por su parte, la víctima ha relatado que ésa fue la segunda vez que veía al acusado, tras una visita a Vigo en semanas anteriores. La joven ha confirmado que el grupo de amigos había estado bebiendo durante toda la jornada y que, ya en el domicilio del acusado, de madrugada, ella y su marido se echaron a dormir en la cama del procesado.

Según su relato, ella estaba dormida cuando notó dolor en sus partes íntimas y se despertó. Al abrir los ojos, ha afirmado, vio a su lado al perro del acusado y, agachado entre sus piernas, al propio acusado haciendo ademán de meter y sacar los dedos en sus genitales.

Entonces, comenzó a gritar y a zarandear a su marido que, al despertarse, se encaró con el acusado, con quien tuvo una pelea pero en la que, ha remarcado, no utilizó ningún hierro ni otra arma. Los gritos de la chica pidiendo auxilio alertaron a los vecinos, que llamaron a la Policía.

Los agentes que intervinieron han explicado que, al llegar al edificio, la víctima y su marido estaban en el portal, y que el acusado estaba "semiinconsciente" en su habitación. De hecho, no respondió a las llamadas de los agentes, que pudieron acceder al piso gracias a las llaves aportadas por un familiar.

LESIONES COMPATIBLES
Mientras, las forenses que han prestado declaración han confirmado que tanto el acusado como la víctima presentaban niveles de alcohol compatibles con una intoxicación etílica, aunque no grave.

Asimismo, han descrito las lesiones que presentaba la mujer en la parte externa de sus genitales, y que son "compatibles" con arañazos provocados por unas uñas, tal y como la propia víctima les refirió.

En la toma de muestras, se detectó en las lesiones ADN de un varón, si bien la muestra no pudo ser cotejada con el ADN del acusado, ya que la presencia de esos restos era "mínima" y no era viable para hacer ese cotejo.

Además, de los 9 años de cárcel, la Fiscalía pide que al acusado se le prohíba acercarse o comunicarse con la víctima por un período superior en 6 años a la pena de prisión; así como la medida de libertad vigilada durante 7 años, y la inhabilitación para cualquier profesión u oficio que conlleve trato con menores por un tiempo superior en 5 años a la pena de cárcel.

Con respecto a la responsabilidad civil, reclama que indemnice a la víctima en un total de 8.300 euros por las lesiones físicas y los daños morales.

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