Los populares, que facilitaron con su voto a favor la creación de un "libro blanco" del gallego, revindicaron su galleguismo

La salud del gallego ha estado a debate en el Parlamento de Galicia con una oposición, BNG y PSdeG, que han responsabilizado al PP de la caída en el número de gallegohablantes, por primera vez por debajo de las que usan el castellano; por aplicar sus recetas de "tierraplanismo lingüístico" que reducen el gallego a "animal exótico"; unas críticas frente a las que el PP ha esgrimido su carácter "galleguista".

Todo ello durante un debate en el que el PP ha facilitado con su voto a favor que saliese adelante una moción del Grupo Socialista que demanda la puesta en marcha del "libro blanco" de la lengua gallega, contando con la participación de entidades como la Real Academia o el Consello da Cultura para facilitar su "protección".

El estado de la lengua gallega ha sido puesto sobre la mesa este martes en el Parlamento de Galicia, dos días después de la manifestación convocada por Queremos Galego el domingo 23 de febrero que reunió a miles de personas en Santiago.

Una cita de la que los principales grupos con presencia en la Cámara autonómica (Armando Ojea, de Democracia Ourensana, declinó intervenir) han leído de distinta forma. Mientras que para socialistas y nacionalistas fue una jornada "histórica", los populares consideraron que la convocatoria "no" consiguió su objetivo de movilización al "no llenar" la praza do Obradoiro.

"El ruido acabará volviéndose contra ustedes", ha espetado el diputado del PP José Luis Ferro, que ha aseverado que los promotores del manifestación "engañaron" a los gallegos "diciendo que no era contra nadie". "Los gallegos no le compraron el discurso y no dieron movilizado", ha remarcado.

Antes de que Ferro tomase la palabra para incidir en que el PP cree que la caída de hablantes es un problema de uso y no reside en la escuela, Mercedes Queixas (BNG) y Silvia Longueira (PSdeG) habían situado al PP, la primera, en el "tierraplanismo lingüístico" que niega "la realidad" y, la segunda, en la concepción del gallego como un "elemento exótico".

"Para ustedes, el gallego es ese traje tradicional, incómodo, que se saca para exhibir en ls fiestas o el día del traje, pero que, después, se guarda en el armario hasta el año que viene", ha señalado Longueira, defensora de una moción que el voto favorable del PP (el BNG se abstuvo) permitió que saliese adelante a pesar de que no fue tenida en cuenta su enmienda para posponer la creación del citado "libro blanco" del gallego hasta que finalicen los trabajos de renovación del plan de normalización lingüística.

Además de este punto, la iniciativa aprobada aboga por el cumplimiento del Estatuto de Autonomía o la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias, así la demanda a la Xunta de que presente antes de que finalice el presente período de sesiones de medidas de urgencia para frenar la caída de hablantes.

Por contra, el 'no' del PP tumbó la moción debatida a propuesta del BNG que reclamaba, entre otras medidas, incrementar por tres el presupuesto destinado a las medidas de apoyo al gallego o modificar el cambio que, a través de la ley de acompañamiento, flexibiliza la obligatoriedad de que los empleados públicos conozcan la lengua propia de Galicia.

Durante su defensa, Mercedes Queixas acusó al PP de "tierraplanismo lingüístico" con su "manipulación de la realidad de los datos oficiales" que reflejaba la encuesta del IGE, por lo que ha pedido a la Xunta que "escuche el clamor de la sociedad gallega".

"El relato de que los niños de familias gallegohablantes salen del colegio hablando en castellano es cierto", ha aseverado la diputada del BNG, que ha incidido en que están convencidos de que la situación de "emergencia" de la lengua "es reversible".

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