El Airbus A320, que cubría la ruta Düsseldorf-Madrid, se encontraba en pleno trayecto cuando el arácnido hizo su inesperada aparición en la cabina. La situación se tornó crítica al descubrir que el piloto sufría de alergia a las arañas, lo que obligó a la tripulación a actuar con rapidez para evitar complicaciones mayores.
Gracias a la pronta intervención del equipo de a bordo, se logró controlar la emergencia. El comandante fue tratado con un corticoide antiinflamatorio e inmunosupresor que se encontraba en el botiquín de emergencias del avión. Esta acción permitió contener la reacción alérgica y garantizar la seguridad del vuelo.
Un aterrizaje sin contratiempos
A pesar del incidente, la aeronave logró completar su trayecto y aterrizar sin complicaciones en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Una vez en tierra, se activó el protocolo de seguridad correspondiente, procediendo a la fumigación exhaustiva del avión para eliminar cualquier riesgo adicional.
Esta medida de precaución provocó un efecto dominó en la programación de vuelos. El siguiente trayecto, con destino a Vigo, sufrió un retraso de tres horas, afectando a los pasajeros que debían abordar la misma aeronave.
Las autoridades aeroportuarias y la compañía Iberia han iniciado una investigación para determinar cómo la tarántula logró acceder al avión. La hipótesis principal apunta a que el arácnido pudo haber ingresado durante una escala previa en Casablanca, Marruecos.
El incidente ha generado preocupación entre los viajeros. Algunos pasajeros del vuelo posterior a Vigo expresaron su inquietud, llegando a revisar minuciosamente sus asientos y pertenencias ante el temor de encontrar más arañas a bordo.
Por su parte, Iberia ha emitido un comunicado asegurando que el estado de salud del comandante es estable y se encuentra fuera de peligro. La aerolínea ha reafirmado su compromiso con la seguridad, destacando que tras la fumigación, el avión pudo retomar su programación habitual sin incidentes adicionales.