El envejecimiento de la población es uno de los grandes retos sociales y sanitarios de la actualidad. En Galicia se ha observado un incremento notable de personas que alcanzan los 100 años, tendencia que se replica en el resto de España y en diversas regiones de Europa.
El envejecimiento poblacional es una realidad global. El grupo de personas de al menos 100 años se ha triplicado en las últimas décadas de manera progresiva e imparable, dando lugar a un 'gero boom', señala la SEMG - Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
En Europa, se prevé que los centenarios se multipliquen por 15 para 2050, alcanzando los . En Galicia, el número de centenarios crece y de hecho aspira a convertirse en la sexta Zona Azul del planeta, un reconocimiento que pondría en valor su modelo de vida.
Factores como la dieta atlántica y un entorno ambiental favorable se han señalado, en múltiples estudios científicos, como elementos clave para esta longevidad.
En entrevista, la doctora Cristina Santomé, miembro del Grupo de Trabajo de Metodología Docente de la SEMG y de la iniciativa RENACE, subrayó que la investigación es crucial es clave para entender qué hay detrás del fenómeno de la longevidad.
"El interés radica en el cómo se vive, más que en el simple conteo de años"
Con todo, la doctora Santomé explicó que el paradigma está cambiando: ya no se trata únicamente de prolongar la vida, sino de asegurar que esos años se disfruten con buena salud y bienestar. En sus palabras, "el interés radica en el cómo se vive, más que en el simple conteo de años", evidenciando la importancia de centrarse en la calidad de vida.
A nivel práctico, la iniciativa se plantea mejorar la atención sanitaria geriátrica, impulsando estrategias preventivas y adaptando los servicios médicos a las necesidades específicas de la población envejecida. El estudio, al anticipar las necesidades futuras, busca contribuir a un sistema de salud más integral y personalizado.
Desafíos y cambios en los hábitos de vida: de 2011 a la actualidad
El proyecto se inició en 2011 con una fase piloto en la que se analizaron más de 70 centenarios. Según la doctora Santomé, las diferencias en los hábitos de vida entre esos primeros estudios y los actuales podrían ser mínimas, ya que en gran medida se mantienen tradiciones y costumbres que favorecen la longevidad.
No obstante, las transformaciones observadas en las generaciones posteriores —especialmente en cuanto al aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados y el sedentarismo, que están relacionados con enfermedades como el cáncer—pueden marcar un punto de inflexión en el futuro.
En una entrevista en el canal de youtube de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la investigadora abordó la posible influencia del entorno en la longevidad. Señaló que, si bien no existen conclusiones definitivas, vivir en un entorno rural -más frecuente entre las personas mayores de Galicia- o urbano puede implicar diferencias sutiles en aspectos como el estrés, la alimentación y la exposición a factores ambientales como la contaminación. Estos elementos, aunque no impiden alcanzar la vejez, pueden influir en la calidad de la misma.
"El estrés por supuesto que es una generación de cortisol permanente que al final también en el organismo va haciendo mella… pero bueno eso no quiere decir que si vives en una ciudad no puedas llegar a los 100 años con una buena salud", señala la experta.
En su fase piloto (2011), el estudio analizó a 70 centenarios, revelando datos sorprendentes: aunque el 68,1% padecía artrosis y el 46,5% hipertensión, enfermedades como el cáncer o la diabetes aparecían por debajo de la media. Ahora, el objetivo es identificar biomarcadores asociados al envejecimiento activo y diseñar políticas sanitarias preventivas.
Muchos de los centenarios de RENACE mantuvieron hábitos como el trabajo agrícola o el autoconsumo, alejados del estrés urbano. Además, en Galicia, tradiciones como las reuniones familiares o el arraigo a la tierra actúan como protectores emocionales frente al estrés de la competividad moderna.
¿Y las ciudades? Aunque el estudio de 2011 no encontró diferencias concluyentes entre entornos rurales y urbanos, el estrés crónico o la contaminación pueden erosionar la salud a largo plazo. Es decir, vivir en una urbe no impide llegar a los 100 años, pero requiere consciencia sobre hábitos.
Cristina Santomé apunta a que "al final el estrés, por ejemplo, la alimentación, el descanso, que en las ciudades puede haber pequeños detalles que se nos escapan en el día a día como la contaminación lumínica, la contaminación acústica y que podemos intuir que eso afecta al final de muchos años a lo largo de la vida de una persona".
La reactivación del estudio RENACE para 2025 se perfila como un hito en la investigación sobre el envejecimiento activo. Con un enfoque multidisciplinar que involucra a asociaciones de pacientes, internistas, geriatras y otros especialistas, el proyecto aspira a sentar las bases para una transformación en la atención sanitaria.
Pese a las variaciones en estilos de vida y condiciones ambientales, el consenso es que la clave para alcanzar una larga vida reside en el equilibrio global del organismo. El estudio actual se plantea confirmar si los rasgos identificados en la fase piloto se mantienen y de qué manera pueden aplicarse para anticipar y mejorar la atención a la población de edad avanzada.
¿Qué es una Zona Azul y qué comarcas de Galicia se han identificado como posibles zonas azules?
Una Zona Azul es un área geográfica donde la población tiende a vivir más tiempo y con mejor calidad de vida que el promedio. Estas zonas se caracterizan por tener habitantes que alcanzan edades avanzadas con buena salud física y mental, manteniendo una vida activa y social.
En Galicia, algunas comarcas han sido identificadas como posibles Zonas Azules debido a la longevidad y calidad de vida de sus habitantes.:
A Ulloa en la provincia de Lugo, que incluye los municipios de Antas de Ulla, Monterroso y Palas de Rei.
También comarcas como Terra de Celanova y Terra de Caldelas registran índices de más de 350 centenarios por cada 100.000 habitantes, multiplicando por siete la tasa de Okinawa.
A Paradanta (Pontevedra) es una comarca qye cuenta con una proporción de 501,9 centenarios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas de Galicia.
O Ribeiro y Terra de Lemos, donde está la Ribeira Sacra, también presentan tasas significativas, con 238,6 y 229,1 centenarios por cada 100.000 habitantes, respectivamente.
Aunque investigadoras como la doctora Santomé son reacias a establecer una relación directa entre vida rural y longevidad, la lista de comarcas gallegas con más población centenaria evidencia que algún tipo de relación sí puede haber.