Nogueras anunciaba que dentro del pacto había conseguido que TVE en Catalunya tenga un canal solo en catalán
Hasta el último minuto, con varias horas de parón en el Consejo de Ministros, Pedro Sánchez consiguió que Junts bendijera el troceado decreto Ómnibus, en el que van pensiones, transportes y dineros para la Dana y los desastres de Canarias. Las negociaciones fueron intensas. Junts no quería todo el bloque porque, según ellos, había cosas con las que no estaba de acuerdo. Y tras largos tiras y aflojas (las del gobierno), finalmente consiguió su promesa de votar a favor cuando llegue de nuevo al Congreso.
Pedro Sánchez dijo en un acto de su partido que haría todo lo posible para que saliera adelante, incluso buscaría debajo de las piedras si hacía falta. Así lo hizo: levantó piedras y de debajo de ellas le salió el alacrán de Junts, que le ha vuelto a picar para conseguir sus objetivos: doblegar al mismísimo Pedro Sánchez y vender sus logros, que, por cierto, tardaron poco en hacerlo. ¿Cuántas cosas más de las explicadas hasta ahora han sacado a cambio? Se irán conociendo, sino para los “junteros” no tendría gracia ocultarlas. Se hace necesario ir anunciándolas poco a poco y, como dice su “bocachanclas”, Miriam Nogueras, “partido a partido” es la estrategia de Puigdemont de sacar rédito a siete votos.
Para llegar a esa solución con un coste alto, ¿no hubiera sido mejor que el presidente Sánchez lo hubiera hecho así hace unos días y tendría los votos del PP, como este miércoles anunciaba que votarán a favor del decreto troceado? A los populares no les queda más remedio que votar sí; hacer lo contrario quedaría muy mal con los colectivos afectados, que son unos cuantos. No les gusta la jugada, pero se la tragan.
No se entiende demasiado, o sí, que prefieran a los diputados de Junts, que, como se está viendo, es ambidiestro a la hora de votar; les da igual votar con el PP y Vox por un lado, y en otras ocasiones con el PSOE y todos los partidos que dan soporte al gobierno. Ahora, aunque Pedro Sánchez afirme que no toca la moción de confianza, se hará cuando salga adelante el decreto. Algunos cambios en el texto que presentó Junts y el Congreso votará esa moción de confianza que saldrá adelante. Tiempo al tiempo.
Tantas concesiones a Puigdemont, el huido por dos veces ante las narices de los Mossos d’Esquadra, no está gustando lo más mínimo a ERC, que está teniendo una actitud responsable en estos 7 años de gobierno socialista. Si no hace algunos gestos el presidente Sánchez con los republicanos, a corto plazo va a tener problemas con ellos, cuyos votos le son tan necesarios como los de Junts. No es solo eso, sino el protagonismo que le está dando a Puigdemont, y la venta de logros que hace, no beneficia en nada al gobierno de la Generalitat que preside Salvador Illa, que está siendo torpedeado desde Waterloo con gran regocijo de su autor. No es un tema menor; alguien debería pensarlo.
Como Nogueras no puede estar callada y encuentra altavoces para hablar, este miércoles, en una entrevista radiofónica, anunciaba que dentro del pacto había conseguido que TVE en Catalunya tenga un canal solo en catalán, y parece ser que será La 2. Estas declaraciones de la “bocachanclas” han hecho que el conseller de la Presidencia, el discreto Albert Dalmau, confirme la noticia rodeándola de más contenido.
Un anuncio que ha cogido por sorpresa a más de uno. La 2 de TVE tiene una gran programación, de carácter divulgativo, cultural y social. ¿Será que estos programas se realizarán en catalán, o se cambiará toda la programación que se llevará a cabo desde los estudios de Sant Cugat?
Alguien lo debería explicar, porque si los que han tomado la decisión piensan que les van a quitar audiencia a TV3, se equivocan. Lo que sí va a ocurrir es que expulsarán a los castellanoparlantes, a los que no les han preguntado su opinión, a las cadenas nacionales, y se sentirán que no forman parte de esa Catalunya plural, diversa, tolerante que “sabe” lo que quiere. Una jugada nada meditada y poco coherente. Son las consecuencias de ceder demasiado para un lado y dejar fuera al resto. Igual si esos dineros se emplearan en más políticas sociales, nadie estaría en contra. Está demostrado por activa y por pasiva: la imposición produce una reacción contraria.