La supuesta víctima indica que "tenía miedo": "Me amenazó con pegarme un tiro o quemarme en el coche"

El hombre acusado de extorsionar a una mujer amenazándola y amedrentándola hasta obtener más de 15.000 euros, además de dos teléfonos móviles y un coche, ha asegurado que ella lo denunció porque él decidió acabar con la relación sentimental que tenían desde hacía unos siete meses.

Así lo ha señalado durante la vista de este caso llevada a cabo en la mañana de este miércoles en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, donde solo ha respondido a preguntas de su abogado.

El procesado ha negado haber exigido dinero a la supuesta víctima y, preguntado por los posibles motivos que habrían llevado a la mujer a denunciar, ha apostillado que ambos tuvieron una relación de "novios" durante unos "seis o siete meses".

Sin embargo, en un momento dado, ella le pidió que dejase a su esposa (para poder estar juntos) y el acusado le dijo que ya no quería seguir con la relación, instante en el que la denunciante le habría dicho: "Si tú me mandas a la mierda, yo te meto preso, porque yo soy paya y tú eres gitano y eres de la familia de los Morones".

El hombre ha lamentado verse en esta situación "complicada" debido a su nombre y a la familia a la que pertenece. "Quiero estar tranquilo e irme para mi casa y no tener más problemas con esta chica", ha sentenciado durante el juicio.

HECHOS DENUNCIADOS
Según el escrito de acusación pública, los hechos comenzaron entre septiembre y octubre de 2020, cuando la víctima acudió en compañía de otro varón a un descampado del partido judicial de Tomiño. Allí el acusado habría reclamado al otro hombre 6.000 euros de una supuesta deuda y, cuando éste le dijo que no podría pagarle ese dinero, el procesado se dirigió a la mujer para exigirle que fuera ella quien le pagase, amenazando con matarla, pegándole dos tiros o quemándola dentro del coche.

Este miércoles, durante el juicio, la mujer corroboró estos hechos y explicó que su exnovio le debía unos 4.000 euros y el otro varón la llevó a junto el acusado porque "la iba a ayudar" a recuperar ese dinero.

Sin embargo, ahí comenzó la extorsión, según sus palabras, amenazándola con "pegarle un tiro" o "quemarla en el coche", así como con acabar con la vida de su hija y de sus padres, al tiempo que le mostraba dos pistolas y la conminaba a pagarle, desde ese momento, 500 euros cada mes.

Dos días después de estos hechos, la mujer tuvo un accidente grave de coche, que la llevó a estar hospitalizada, según Fiscalía y según ella misma indicó en la vista. A partir de ahí, el acusado habría comenzado a llamarla para exigirle que le diera el dinero que recibiera del seguro por el accidente. Incluso, ante la tardanza en cobrar, la habría obligado a ir al puesto de la Guardia Civil de O Porriño, acompañada por una mujer y una menor de la confianza de él, para preguntar por qué tardaba tanto en pagar el seguro.

Cuando cobró unos 17.400 euros, la mujer aseguró que el acusado la acompañó a una sucursal bancaria y, tras apuntarla con una pistola, la obligó a entrar y a retirar más de 15.000 euros, de los que se apropió. La empleada del banco explicó en el juicio que en la actualidad no es muy habitual una retirada tan grande, pero que no notó "nada especial".

MÓVILES Y COCHE
Tiempo después, el procesado le habría obligado a comprar dos teléfonos móviles de más de 1.000 euros, para luego venderlos en una tienda de segunda mano y quedarse él con el dinero.

Más tarde, le habría exigido ir a un concesionario con otro individuo a comprar un coche de unos 24.000 euros, que fue vendido por 14.000 euros. Según un empleado del concesionario, el vehículo fue configurado con el teléfono móvil de un varón, no con el de la mujer, pese a que la joven era la titular del coche. El acusado la habría obligado, bajo extorsión, a hacer retiradas de efectivo de su cuenta para entregarle hasta 8.000 euros.

Preguntada sobre por qué seguía quedando con el acusado, la denunciante dijo que "si no puedes con el enemigo, únete a él", debido a que "tenía miedo" por las amenazas que sufría.

Al juicio también acudió uno de los policías responsables de la investigación, quien aseguró que durante la misma se estaba llevando a cabo una similar por hechos parecidos también contra el mismo varón.

Por todo ello, la Fiscalía acusa al procesado de un delito continuado de extorsión, y pide que sea condenado a siete años de cárcel, y que indemnice a la víctima en 15.322 euros, más otros 5.000 euros por el daño moral causado. Igualmente, pide que indemnice a Vodafone en 2.304 euros y al operador financiero FCA Auto Bank en 34.240,02 euros.

CONCLUSIONES
Tanto Fiscalía como la acusación elevaron sus acusaciones a definitivas, mientras que la defensa solicitó la libre absolución del procesado. En sus conclusiones, el Ministerio público justificó "ciertas variaciones" de la declaración de la mujer, debido al tiempo que ha transcurrido desde los hechos y al tratamiento psiquiátrico que toma.

Sin embargo, ha considerado probada la extorsión continuada que vivió la denunciante y ha puesto en duda la supuesta relación de noviazgo que declaró haber tenido el acusado con la víctima, ya que "es la primera vez" que se tiene conocimiento en la vista y no consta en ninguna declaración previa.

La defensa, por su parte, ha insistido en que en varios de los hechos denunciados el acusado no estaba presente y ha deslizado que la acusación solicita hasta un millón de euros por las secuelas de la mujer, que recibe una paga por incapacidad permanente absoluta. Antes de los hechos, ella ya había estado hospitalizada por problemas psiquiátricos.

POWERED BY BIGPRESS