Foto: EP

 

Nuestro cuerpo está lleno, repleto, de microorganismos que nos mantiene sanos. Sus funciones son diversas y esas bacterias, como las que habitan en nuestro tracto digestivo, son las que nos permiten bajar toda esa cantidad de comida que nos "calzamos" durante las fiestas. Cena de Nochebuena, comida de Navidad, reuniones con amigos, atracón de Fin de Año, churros de Año Nuevo...tradiciones que no perdonamos y que nuestra tipa puede hacer frente gracias a la buena salud de nuestra microbiota.

 

"Este ecosistema microbiano es clave, no solo para el procesamiento y absorción de nutrientes, sino también para regular la función del sistema inmunológico, proteger contra patógenos y colaborar en la síntesis de ciertas vitaminas y nutrientes esenciales", recuerdan desde Quirónsalud, que indican que una microbiota equilibrada es la clave para gozar de una buena salud y evitar, entre otros, los reflujos que nos provocan las comidad copiosas. 
 

CÓMO CUIDAR Y MEJORAR NUESTRA MICROBIOTA

"En el intestino grueso las bacterias fermentan fibras no digeribles provenientes de la dieta, lo que se convierte en ácidos grasos de cadena corta a la hora de producir los compuestos. Estos ácidos no sólo sirven como fuente de energía para las células del colon, sino que también tienen efectos antiinflamatorios y ayudan a mantener la barrera intestinal, previniendo la permeabilidad intestinal excesiva, que puede dar lugar a diversas patologías digestivas", indican desde la firma médica, que también subraya su papel para influir en el peso corporal o la producción de colesterol, por lo que una buena salud intestinal resulta en una buena salud general en muchos casos. 

 

Para una microbiota equilibrada, desde Quirónsalud ponen el acento en la importancia de gozar de una dieta sana, variada y rica en fibra. Verduras, frutas, legumbres y cereales integrales son fundamentales para lograr este objetivo por todos los beneficios que incorporan actuando como probióticos. 

 

"Estos alimentos favorecen una microbiota diversa y equilibrada, lo que a su vez contribuye a una digestión eficiente y al mantenimiento de un sistema inmunológico saludable", apuntan, sin dejar de lado el yogur, el kéfir o el kimchi, que resultan también muy beneficiosos para nuestro intestino "especialmente después de alteraciones como el uso de antibióticos o situaciones de estrés". 

 

"La inclusión de probióticos en la dieta mejora la digestión y reduce el riesgo de trastornos como el síndrome del intestino irritable, las infecciones intestinales y otras afecciones gastrointestinales", abundan. "Adoptar hábitos alimenticios saludables y cuidar el bienestar intestinal es una de las mejores inversiones para la salud a largo plazo", zanjan los expertos de Quirónsalud.

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