SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 (EUROPA PRESS)
Con el trasfondo de la manifestación contra el plan industrial de Altri en Palas de Rei (Lugo) que recorrió las calles de Santiago de Compostela el pasado domingo, la planta que proyecta la pastera portuguesa ha centrado la última sesión de control del año en el Parlamento entre la líder del BNG, Ana Pontón, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Pontón, quien ha recurrido a enumerar un lista de productos de las empresas de la zona para explicar los "miles de empleos en juego" en las comarcas de A Ulloa y Arousa si se materializa "la instación de esta macrocelulosa", ha exigido a Rueda que "abandone su soberbia y escuche" para "rectificar" lo que entiende como una "deslealtad a Galicia". De lo contrario, ha avisado: "la ciudadanía no le va a perdonar que ponga Altri por encima de sus vidas".
Enfrente, Rueda se ha reafirmado en su postura y, tras cuestionar que una dirigente que aspira a "presidir la Xunta", ponga "en cuestión" el trabajo de sus técnicos, ha pedido "respeto" para su labor y ha insistido en que ellos son los que "tienen la palabra". Mientras que Pontón ha replicado que se trata de "una decisión política ya tomada".
"En Galicia las cosas no funcionan así", se ha defendido el presidente autonómico, quien ha sugerido que a lo mejor sí en las "democracias" que "gustan" al BNG --ha citado Rusia y Venezuela--. Y ha afeado a los nacionalistas oponerse "a cualquier proyecto" que se quiera impulsar en la comunidad con el fin político de, posteriormente, poder afirmar que "no se hace nada".
Asimismo, el presidente gallego también ha recordado el papel del Bloque ante el vertido de pélets que afectó a la costa gallega un año atrás para poner en duda la "credibilidad" de Pontón, a la que ha otorgado "el tamaño de un pélet como mucho".
(Habrá ampliación)
miércoles, 18 de diciembre de 2024, 11:39