Los promotores sólo podrán construir tras resultar adjudicatarios de algún concurso
La empresa francesa Qair ha presentado ante el Ministerio para la Transición Ecológica un segundo documento inicial para el desarrollo de un parque eólico marino frente a la costa gallega.
La firma entregó la documentación relativa al proyecto 'Roleira' en julio de este año, pensado para la provincia de Pontevedra y con una potencia de 594 MW. Su promotor es Qair.
Ahora (a finales de octubre), ha hecho lo propio con 'Breixo', en este caso un parque eólico marino flotante proyectado para aguas frente al litoral de Lugo, de 648 MW de potencia en la zona de alto potencial para la energía eólica 'NOR-5'.
Desde que Iberdrola planteó los dos primeros parques para instalar frente al litoral gallego, en julio de 2021 (denominados 'San Cibrao' y 'San Brandán'), han pasado más de tres años y otros 18 proyectos.
Todos ellos, la veintena, se encuentran bajo la lupa del Ministerio para la Transición Energética, que, en paralelo, ha avanzado durante este tiempo en la normativa necesaria para el desarrollo de esta energía.
Los promotores sólo podrán construir los parques tras resultar adjudicatarios de algún concurso, matizó en su día Transición Energética, "pero están avanzando en su diseño, trabajando con posibles proveedores y presentándolos a las autoridades y a la población local".
Por su parte, la Xunta prevé que "como mucho" se desarrollen cinco parques de eólica marina en Galicia "en un primer momento", uno por cada una de las zonas delimitadas por el Gobierno central como de alto potencial para el desarrollo de esta energía frente a la costa gallega.
'BREIXO', EL 21
El emplazamiento del proyecto responde a la disponibilidad del recurso en la costa norte de Galicia, considerando "múltiples criterios para valorar la viabilidad técnica, ambiental y económica".
"La instalación del parque se ha diseñado de forma que, en su totalidad, se emplace dentro de la zona de alto potencial para la energía eólica 'NOR-5", explica Qair en su documento.
Añade que "todas las variables ambientales que condicionan la implantación del proyecto se han incorporado en cada fase de análisis, para dotar al proceso de toma de decisiones de criterios de protección ambiental que permitan eliminar o minimizar los potenciales efectos sobre el territorio, ya sea mediante un diseño óptimo de las rutas e infraestructuras, como mediante la aplicación de medidas preventivas y correctoras".
Tras analizar "detenidamente" el impacto de las alternativas seleccionadas, que han sido aquellas "que han resultado obtener un impacto ambiental global menor", indica, el proyecto "se ha considerado como compatible, siempre teniendo en cuenta que aún restan pendientes los estudios de campo correspondientes de la fase de estudio de impacto ambiental y habiéndose de aplicar las medidas preventivas y correctoras necesarias".