Unos 200 empleados del Grupo Popular-Pastor venidos de todos los puntos de Galicia se han concetrado este sábado por la mañana en Santiago contra un ERE que afectará en la comunidad a 435 personas --la cifra total a nivel estatal asciende a los 2.894 empleados--.


En concreto, los trabajadores que se han manifestado en contra de la "nefasta gestión" del Consejo de Administración de este banco lo han hecho primero delante de la oficina principal de la entidad en la calle de Santo Antonio y, posteriormente, delante de la ubicada en la Senra --a continuación, han celebrado una asamblea en la Praza do Toural--.


En declaraciones a los medios, la secretaria sindical del Grupo Popular, Rosa María Conde, ha señalado que los 435 trabajadores que se verán afectados en Galicia es la cifra máxima que ha establecido el banco y que, para los trabajadores, es "inasumible". "Peleamos para que no exista ningún despido forzoso, y que si alguien se tiene que marchar se vaya por voluntad propia y con una condiciones económicas que le permitan mantener su proyecto de vida", ha relatado.


A continuación, ha explicado que el proceso de negociación entre empresa y trabajadores se inició el pasado jueves 6 de octubre, por lo que ahora restan 30 días de plazo hasta que finalicen dichas negociaciones.


No obstante, ha señalado que éstas podrían acabar antes en función de si se llega a un acuerdo o, por el contrario, se concluye que "no hay acuerdo posible" y el banco "presenta igual el expediente".


"BAJAS VOLUNTARIAS" 


Cuestionado entonces por si vislumbra alguna intención por parte de la entidad bancaria de reducir el porcentaje de plantilla afectada en Galicia, ha precisado que lo que pretende el banco es que la salida de los trabajadores sea "por medidas voluntarias". Así, plantea que unos 1.800 compañeros en toda España puedan salir por prejubilaciones, mientras que otros 1.100 lo puedan hacer por "lo que ellos llaman bajas voluntarias".


En este sentido, la secretaria sindical del Grupo Popular --mientras los trabajadores entonaban al fondo diversas consignas como 'ERE de extinción, a la dirección' y 'EREs y despidos, a los directivos', entre otras-- ha precisado que hay unas 1.700 personas que tienen más de 59 años.


Rosa María Conde considera que es la propia entidad la que "tiene que asumir" que se ha llegado a esta situación "por una nefasta gestión del tema del ladrillo que tiene el banco en cartera".


"Y ahora pretenden que la plantilla, después de asumir dos ampliaciones de capital con todo tipo de presiones, después de estar trabajando mañana y tarde continuamente, [...] pague la nefasta gestión del Consejo de Administración del banco", ha censurado.



PLANTILLAS "MUY AJUSTADAS"


A continuación, ha asegurado que las plantillas "ya están muy ajustadas": "Y eso se nota en la atención a los clientes, en la calidad del servicio, y no vemos como es posible que con esta reducción de plantilla se siga manteniendo la viabilidad de la empresa".


Acto seguido, ha explicado que el próximo martes día 11 tendrá lugar la siguiente reunión, en la que se les explicará a los empleados, ha apuntado Rosa María Conde, cuál es el plan de negocio del banco y "cómo pretenden sacar adelante la empresa recortando de esta manera tan salvaje".


Es más, ha asegurado que, actualmente, los empleados "ya" están haciendo "horas extraordinarias" que "no están retribuidas" y "prolongaciones de jornada salvajes". "Evidentemente, si reducimos la plantilla de esta forma, está claro que habrá que cubrir ese trabajo de alguna forma", ha vaticinado.


De igual modo, se ha referido al cierre de oficinas en el rural gallego. "Podría haber sitios del rural que se quedarían sin servicio", ha lamentado, para luego concretar que podrían ser cierres totales o aperturas parciales. "Abrirían, a lo mejor, dos días a la semana, con lo cual el servicio quedaría bastante menguado", ha apostillado.

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