El alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, visita el Ayuntamiento de A Coruña en un acto con presencia de la regidora, Inés Rey

 

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, recibió este jueves en el Palacio Municipal de María Pita al alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, en el marco de su visita oficial a Galicia. El encuentro, organizado para destacar los lazos de solidaridad y cooperación, sirvió como recordatorio del compromiso de la ciudad gallega con los desplazados ucranianos. "A través de iniciativas como la creación de OMAPU, hemos demostrado que A Coruña es una ciudad solidaria y pionera en la ayuda humanitaria", señaló Rey.

 

OMAPU, la Oficina Municipal de Atención al Pueblo Ucraniano, fue implementada en 2022 con el propósito de brindar apoyo a las personas desplazadas por la guerra. Esta medida, destacada a nivel europeo, ha sido reconocida como un ejemplo de gestión local en crisis humanitarias. Representantes de la asociación AGA Ucrania, entre ellos su presidenta, María Pavlenko, y su vicepresidente, Óscar García Madarro, también participaron en la reunión.

 

El drama de Mariúpol: destrucción y éxodo masivo

Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, ha sido devastada casi por completo. Antes de la guerra, contaba con una población de más de 420.000 habitantes, pero tras tres meses de asedio y la caída bajo control ruso en mayo de 2022, su población se ha reducido a menos de 100.000 personas. El conflicto armado dejó más del 80% de las viviendas destruidas, miles de civiles muertos y una infraestructura urbana severamente dañada.

 

Durante semanas, los residentes de Mariúpol enfrentaron la ausencia de electricidad, agua potable y servicios básicos. Además, el complejo metalúrgico de Azovstal, un símbolo de la resistencia ucraniana, quedó en ruinas y ahora enfrenta un plan de demolición por parte de las autoridades rusas, quienes proyectan construir un parque tecnológico en su lugar.

 

La situación sigue siendo crítica, con miles de personas desaparecidas o deportadas a Rusia. Aquellos que permanecen en la ciudad viven bajo estrictas medidas de control, con acceso limitado a recursos esenciales. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por las violaciones de derechos humanos y las leyes de guerra durante el asedio y la actual ocupación.

 

 

 

Galicia, un puente para la solidaridad internacional

La visita de la delegación de Mariúpol, encabezada por el alcalde Boichenko, incluyó también a funcionarios clave como el teniente de alcalde Vitaliy Falkovski y expertos en relaciones internacionales y comunicación, entre ellos Olha Pikula y Sergiy Zakharov. Durante su estancia, destacaron la importancia de la colaboración con Galicia para visibilizar la crisis humanitaria en Ucrania y fortalecer la ayuda.

 

"Este encuentro no solo refuerza los lazos entre ambas ciudades, sino que también envía un mensaje claro de apoyo a Ucrania en su lucha por la soberanía y los derechos humanos", destacó Boichenko. A Coruña se posiciona así como un referente en la cooperación internacional, impulsando iniciativas que traspasan fronteras y fronteras.

 

Por otro lado, las autoridades rusas avanzan con un plan de reconstrucción y "rusificación" en Mariúpol con la llegada de miles de trabajadores de la construcción con sus familias. El objetivo del Kremlin es recuperar el montante de población original en 2035. El plan incluye la construcción de edificios nuevos, aunque hay quejas sobre la calidad de los mismos. 
 

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