El Papa ha recibido en audiencia en el Vaticano a los formadores y seminaristas del Seminario Mayor Interdiocesano Apóstol Santiago ante los que ha subrayado que en la formación para el sacerdocio, el objetivo es llegar a ser "pastores del Pueblo de Dios, pastores forjados según la medida del Corazón de Cristo, humilde y misericordioso" y ha puesto en valor la reforma de los seminarios en España.
"Sé que desde septiembre están viviendo una nueva modalidad como Seminario 'Interdiocesano', uniendo las diócesis de Santiago de Compostela, Tui-Vigo y Mondoñedo-Ferrol. Les agradezco su disponibilidad. Los animo a seguir adelante con fortaleza y esperanza renovadas", ha dicho el Pontífice al elogiar que Galicia haya sido uno de los primeros territorios eclesiásticos que han dado pasos concretos para aplicar los criterios establecidos por la Santa Sede.
Hace poco más de un año, los obispos españoles mantuvieron con Francisco y con los responsables del Dicasterio para el Clero una reunión para abordar la renovación de los seminarios españoles y mejorar así la formación de los futuros sacerdotes.
El Pontífice ha puesto en valor esta nueva realidad y se ha referido al núcleo de la reforma de los seminarios que es precisamente la formación de los futuros sacerdotes al recordarles que en el camino no están solos. "No tengan miedo de abrir el corazón al Señor y dejarse acompañar por Él, para que vaya modelando sus vidas", ha asegurado.
El Pontífice ha aprovechado el encuentro para avisarles de que en su vida como futuros sacerdotes irán encontrando a "muchas personas diferentes, algunas tal vez estarán atravesando momentos difíciles, estén heridas o no conozcan a Dios". Francisco les ha pedido que sean para todas ellas "testigos de la alegría del Evangelio". "Bríndenles la ternura y el consuelo del Señor para que sane las ampollas del camino", ha exlamado.