El preso protagonista del incidente no era un recluso común. Está incluido en la categoría FIES (fichero de internos de especial seguimiento) CE (características especiales). El motivo de la especial vigilancia es los indicios de posible radicalización islamista.
De hecho, ya había sido protagonista de incidentes antes, aunque de menor calibre. Por ejemplo, según fuentes penitenciarias, se niega a que las funcionarias o los funcionarios de prisiones toquen el Corán o a interactuar con las trabajadoras de la prisión.
El incidente empezó cuando el interno no bajó al patio y se quedó en un descansillo de la cárcel lucense. Al ser recriminado por una funcionaria, alegó que tenía una documentación que la habían notificado y que debía enseñar a los funcionarios.
En ese momento, según las citadas fuentes, el recluso intentó besar a la trabajadora, que se lo recrimina y le ordena bajar al patio "inmediatamente". Lejos de deponer su actitud, habría atrapado a la funcionaria contra una pared, agarrándola del cuello y apretando sus genitales contra el cuerpo de la mujer. El preso apretó sus labios contra la boca de la funcionaria hasta que logró introducirle la lengua. Cuando la funcionaria consigue separarlo, le mordió en el labio superior.
Tras cesar en la agresión, el recluso persiguió a la funcionaria suplicándole que no denunciara los hechos, algo que no ha conseguido. Otros funcionarios intervinieron en ese momento poniendo fin al incidente. El recluso ya ha sido trasladado de cárcel. En concreto, a la prisión de Teixeiro (A Coruña).
Por ahora, ni la Delegación del Gobierno ni el Ministerio del Interior han dado información de lo sucedido. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que el sospechoso no tiene porque estar necesariamente condenado por nada relacionado con el terrorismo islámico, ya que no es infrecuente, señalan fuentes de los trabajadores, que haya reclusos que se radicalizan dentro de las propias prisiones.
Desde el sindicato CSIF Prisiones Galicia han manifestado que están estudiando movilizaciones en repulsa del acto y denuncian que las agresiones a funcionarios es están subiendo en número y gravedad. La central también ha contactado con la trabajadora para ponerse a su disposición sobre cualquier asunto que pueda necesitar.